Iniciar sesión | Registrarse | ¿Por qué registrarse?
  • Podrás comentar las noticias con el nombre que elijas
  • Podrás subir tus noticias en soitu.es y guardarlas en tu propia página

El debate soñado

Actualizado 05-03-2008 17:02 CET

Dicen que la realidad supera a la ficción, y que ésta está compuesta por los sueños de algún iluminado. Ver el debate, quedarme como estaba y ponerme a soñar fue todo uno...

En mi sueño dorado, una nación llamada España. Dos candidatos dialogan sin crisparse ni crispar sobre los temas que interesan a los ciudadanos.

Modelo de estado. Nación de hombres libres e iguales. Un cuerno. Los candidatos reconocen que empezar la casa por el tejado no ha sido una buena idea. Como la culpa es compartida, deciden acometer la solución juntos, definiendo claramente las competencias del Estado para que todos los españoles tengan los mismos derechos, vivan donde vivan.

¡Es la economía, estúpido! Unos asistieron, años atrás, al cambio de cien pesetas por un euro. Otros pudieron repecutir la subida a sus clientes y evitaron perder beneficios. El que tenía un negocio subió el precio del producto. El café pasó de costar cien pesetas a un euro de la noche a la mañana. Salvo en el bar del Congreso, claro. Se ponen de acuerdo en crear un organismo altamente ejecutivo que machaque al que suba los precios artificialmente. El salario mínimo alcanza niveles de dignidad. Los mileuristas podrán comprarse una casa en su p. vida.

Movilidad. Coinciden en la necesidad de que la gente normal no tenga que malgastar tres horas de su tiempo al día para desplazarse al trabajo en condiciones lamentables. Se ponen de acuerdo en ofrecer motivación fiscal a las empresas que mejoren las condiciones de desplazamiento y residencia de sus trabajadores.

Vivienda. El organismo altamente ejecutivo antes citado analizará y pondrá en práctica las medidas necesarias para que los pisos quemen en las manos de los especuladores. Se ponen de acuerdo a pesar de contar con muchos especuladores en sus filas. En mi sueño, los candidatos son valientes.

Educación. Ambos candidatos hacen penitencia por haber permitido que se convierta en una maquinaria de embrutecer, con el objetivo de perpetuarse en el poder. Ya hemos dicho que son valientes, así que no tienen miedo a retirar las competencias a las CCAA que no apliquen el modelo unificado de estructura educativa que van a diseñar.

Terrorismo. No pierden ni un minuto en asuntos pasadas, y se ponen a mirar al futuro. Redactan un acuerdo de mínimos y se comprometen solemnemente a cumplirlo. Esto no les lleva más de diez segundos.

Sanidad. Nueva penitencia de ambos por haber malgastado nuestro dinero y haber permitido que los profesionales se marchen al extranjero cuando aquí tenemos plantas enteras de hospital esperando, ociosas y diáfanas, a que lleguen los médicos, las enfermeras, los celadores, el equipamiento.

Campo campestre. Los candidatos coinciden en dotar de estabilidad a los agricultores, ganaderos y pescadores para que su vida deje de ser un infierno. La banca se ha ofrecido a invertir una parte de sus beneficios en el campo.

Ley electoral. Los candidatos se comprometen a abrir las listas y a limitar a dos legislaturas el tiempo que un político puede mamar de los cálidos pechos del Estado. Se acorta la legislatura de cuatro a tres años. De éste modo se evitará el síndrome de las Azores, que siempre se produce en el final del segundo mandato.

Regeneración de la vida política. Se establece la necesidad de evitar la presencia de hermanos, primos, tíos y cuñados en los cargos públicos. 

Ausencia de gráficos arrojadizos. Los candidatos evitan la práctica del deporte del lanzamiento de powerpoints. 

Ausencia de parábolas ridículas. Ninguno de los candidatos menciona niña. Tampoco se usa frase lapidaria de despedida. De ese modo se evita insultar la inteligencia del elector. Ambos coinciden en que están para trabajar, no para hacer teatro con el dinero de los contribuyentes.

Suena el despertador. Me reincorporo de mal grado a esta otra entelequia llamada España, mal que pese a algunos.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.