El avión de TACA con al menos 133 personas a abordo que se accidentó hoy al aterrizar en Tegucigalpa, con un saldo de cuatro muertos y unos 60 heridos, se partió en tres y es un milagro que la tragedia no haya sido mayor, dijeron testigos oculares y pasajeros."Siento que he vuelto a nacer, que Dios tiene algo especial para mi", comentó nervioso el ex ministro hondureño de Industria y Comercio Norman García, uno de los pasajeros del vuelo 390 de la empresa salvadoreña Transportes Aéreos del Continente Americano (TACA).La aeronave, un Airbus 320, había partido de San Salvador hacia Miami (EE.UU.) con escalas en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes de Honduras.Al aterrizar, el aparato se salió de la pista del aeropuerto Toncontín, en el extremo sur de Tegucigalpa, con unos 126 pasajeros y siete tripulantes, según una fuente de TACA, que en principio informó de que los pasajeros serían 142. Tiempo. 01:50.