Anacleto Medina inspecciona una estatuilla de los Oscar. Si en la revisión se detectase algún defecto en la pieza, se trocearía antes de volver a fundirla. El proceso de creación del Oscar es meticuloso y los encargados de hacerlo lo hacen con el mimo que le corresponde, ajenos a la polémica de la huelga de guionistas, que amenaza con la no celebración de la gala.