Un desastre no tan natural. Tal y como plantea el Washington Post, no todo el mundo coincide en que las inundaciones de Iowa sean una consecuencia lógica de la lluvia. Enshayan, director del centro medioambiental de la Universidad del Norte de Iowa, señala que las lluvias están cayendo sobre un paisaje profundamente adulterado por el hombre. La vida se ha desarrollado sobre praderas de inundación, se han secado los campos con bombas subterráneas y las praderas de hierbas altas han sido sustituidas por campos arados. El suelo, simplemente, ya no está preparado para absorber el agua. "La agricultura debe respetar los límites de la naturaleza", protesta Enshayan.