El segundo semestre del curso escolar tenía que haber comenzado el pasado domingo en Gaza. Sin embargo, los niños no pudieron acudir a las escuelas —gestionadas por la ONU— porque la mayor parte de ellas estaban ocupadas por desplazados que se habían refugiado allí de los bombardeos. Ahora, los pequeños regresan a las clases después de haber vivido una experiencia que recordarán toda su vida.
"Ahora mismo tenemos cerca de 50.000 desplazados alojados en nuestros edificios, la mayoría de ellos en escuelas", explicaba a comienzos de semana Raquel Martí directora ejecutiva de la UNRWA (la agencia de la ONU para la asistencia a los refugiados palestinos) en España. En ese momento, apenas unas horas después de que el alto el fuego se hiciera efectivo, la principal preocupación era que los palestinos de Gaza recuperaran lo antes posible lo que quedaba de su vida anterior a la invasión. Por eso, el inicio de las clases era un aspecto fundamental.
Más de la mitad de los habitantes de la Franja de Gaza tiene menos de 18 años. Se trata de la población con una de las mayores tasas de crecimiento del mundo. La asistencia a los más pequeños resulta imprescindible en estos momentos. Pero hoy, los 200.000 escolares —según los datos del Ministerio de Educación en Gaza, controlado por Hamás— que han regresado a clase se han encontrado con otra terrible visión de lo que ha sucedido estos días. "Me he quedado alucinada cuando esta mañana volví a clase y descubrí que mi compañera Cristina Al Torok ha sido asesinada durante la guerra", ha dicho a EFE Dona Matta, una niña palestina de 16 años.
"Que los niños vuelvan a la escuela es imprescindible para que todo comience a reconstruirse. Los niños son la base", comenta Tina Miñanes, una cooperante de Médicos del Mundo que se encuentra en la región. Por eso, la ayuda psicológica con los menores es fundamental después de una guerra como ésta, la peor que han vivido en la Franja en los últimos cuarenta años.
"En cuanto la situación empiece a normalizarse, y después de las necesidades más básicas, tendremos que replantearnos los programas que desarrollamos en Gaza y realizar otros nuevos, como la asistencia psicológica a las víctimas, sobre todo a los niños", explica Raquel Martí. La agencia de la ONU ha pedido a los profesores que ayuden a los pequeños a hablar sobre todo lo que han vivido en los últimos días, especialmente durante la primera semana de curso.
Las instalaciones de la ONU en la Franja han sido muy castigadas durante la ofensiva israelí. 53 edificios han sufrido daños por los bombardeos, entre ellos la sede central, que fue atacada por "un error de cálculo", según las autoridades israelíes. Pero la UNRWA quiere ponerse manos a la obra lo antes posible para devolver la normalidad a Gaza, ahora que las tropas israelíes se han retirado por completo.
Por eso, han lanzado una campaña de recogida de fondos para "hacer frente a las enormes necesidades provocadas por la ofensiva israelí en Gaza, donde se teme que, a pesar del alto el fuego se vayan encontrando más cadáveres". El último recuento oficial de la ONU eleva la cifra de muertos en los 22 días de ataques a 6.600 palestinos, según informó John Holmes, subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios mientras que los heridos son más de 5.000
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