La investigación sobre armamento selectivo no tiene límites. Hay armas que casi seleccionan a conciencia al enemigo tipo. Y se sigue investigando. Una de las bombas más peligrosas es la bomba gay o bomba del amor. A quien se expone a estos efectos químicos le entran unas ganas inaguantables de consumar el acto sexual. Contra quien sea.
La bomba rosa mueve a bromas, pero es un arma química de imprevisibles consecuencias
Parece una broma pesada, pero es cuestión de vida o muerte y materiareservada que investiga el ejército norteamericano, lo niegue o no.
La bomba gay es algo más que un proyecto, aunque siempre lo han negado:
Una bomba desataría tal pasión erótica con un afrodisíaco no identificadoque los pobres soldados quedarían inermes y desarmados, sólo pendientesde cumplir urgentemente el recado amoroso.
La bomba fétida tampoco es muy amable.Lanzada en un recinto o en una trinchera dejaría en la ropa y la pieldel soldado impregnado tal sello de distinción que ya sólo quedaría,una vez identificado, detenerlo y neutralizarlo.
¿Armamento contra pelotones o comandos terroristas? Puede. Pero no es una broma. Vuelve a hablarse de ello. En cualquier caso sólo es otra versión de dos armas químicas muy peligrosas.
Eso sí, las bromas abundan y no todas son de buen gusto.
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