El “ahuyenta-jóvenes” se extiende por Europa

¿Los jóvenes le molestan? ¿Está harto de verles sentados enfrente de su puerta o de su tienda? No se preocupe. Una sociedad británica ha inventado una caja del tamaño de un altavoz que emite ultrasonidos muy estresantes pero que únicamente escuchan los menores de 25 años. El sistema se parece mucho a todos estos artilugios (sprays, ultrasonidos, velas o aceites) para ahuyentar a los mosquitos. Quizás por eso, o porque la sensación auditiva para un joven debe ser la misma que la de tener a miles de mosquitos volando a su alrededor, la empresa que lo fabrica lo ha llamado “Mosquito”.

Podría pensarse que es otra de las innumerables excentricidades anglosajonas pero lo cierto es que esta moda se está extendiendo por toda Europa y no sería de extrañar que la viésemos llegar pronto a España. Cierto es que con su finura y diplomacia habitual los franceses han rebautizado el aparato con el bonito nombre de “Beethoven” pero el efecto es el mismo, lejos de la armonía de la novena sinfonía del famoso compositor.

El aparato emite un sonido de entre 75 y 95 decibelios a una frecuencia de 17.000 hertzios. La idea es que estos sonidos solo son audibles por los jóvenes ya que teóricamente lo primero que se ve afectado por el envejecimiento es la recepción de las frecuencias agudas. Inventado por un Escocés, este sistema se vende en Gran Bretaña y en los Países Bajos desde 2006 y se comercializa en Francia desde hace unos meses. En el país galo (y por Internet), la empresa IBP lo vende por unos 900 euros. Se calcula que ya se han vendido cerca de 4,5 millones de ejemplares en Europa y Norteamérica. ¿Quienes son los simpáticos compradores de este invento? Además de pequeños propietarios, los bancos, las escuelas y los supermercados son sus principales clientes.

Si su comercialización en Gran-Bretaña no pareció suponer ningún problema para nadie, su llegada al mercado galo ha creado un debate en la sociedad y, más aún, si tenemos en cuenta que se ha conocido su existencia semanas después de que se informara que el ayuntamiento de París utilizaba sprays repulsivos (con un olor insoportable) para desalojar a los mendigos de determinados lugares de la capital gala. Con estos dos inventos, las calles francesas estarán vacías dentro de poco.

Y es que el “Mosquito” plantea algunas cuestiones importantes. Primero y ante todo que, hasta que se demuestre lo contrario, todos los jóvenes no son delincuentes. Por otro lado y, sobretodo, ¿cuáles son los riesgos para la salud de una exposición demasiado larga a estas frecuencias? Evidentemente, la sociedad IBP garantiza que no hay ningún riesgo. Pero el diario Liberation ya ha informado de la historia de un joven muchacho que sufre dolores de cabeza a raíz de una exposición diaria, en Bélgica. ¿Era un peligroso delincuente? No, únicamente esperaba todos los días el autobús frente a un banco que tenia instalada una emisora “Mosquito” en su fachada. Por otra parte, la empresa que lo comercializa ha avisado de que las mujeres embarazadas deben evitar este tipo de molestia, aunque no oigan nada.

La llegada de este aparato a España podría provocar una revolución, dado la importancia que tiene la vida en la calle en la sociedad de este país. ¿Se imaginan que los políticos decidan aplicar estos ultrasonidos en las plazas más concurridas del país para cumplir estrictamente con la ley “anti botellón”? Pues sí, los botellones ya solo serian para mayores de 25 años.

Pero no todo hay que verlo con pesimismo. Si se consigue saber cuales son las características auditivas de cada afición de fútbol, se podrían poner estos aparatos en las inmediaciones de los estadios y evitar así guerras campales como las que nos tiene acostumbrado este deporte. Lo mismo podríamos hacer con algunos comentaristas políticos. Ya que retirarles el micrófono (como en algún programa) no basta, podríamos utilizar ultrasonidos específicos para sus características auditivas para limitar el tiempo de sus intervenciones. Un mundo de posibilidades para un invento muy controvertido.