Aparta lagarta o el retorno de los bichos

Las lagartas siempre han tenido su aquel. El primer resultado de Google no engaña: "Ven a conocer a las chicas viciosas del Espacio. Los mejores coñitos de la estratosfera: Series de fotos, desnudos galácticos y el vicio más allá de Orión." Pero no va de eso, exactamente.

Jane era y será Diana, un bicho muy malo.

Esas mujeres sin escrúpulos, de cuerpos insinuantes y miradas lascivas, dispuestas a atrapar a cuanto indefenso hombre traspase el perímetro de seguridad. Sobre ellas advertían por igual las madres y los curas, aunque en tiempos en que se les hacía caso y antes de la llegada del putón televisivo, que es el patrón actual de esta especie y que ya no interpreta ningún papel, hace lo mismo en el plató que en la vida real. Ya no quedan lagartas como Jane Badler, la pérfida Diana que se arrancaba la piel y mostraba su naturaleza de reptil. Eso era en los ochenta, en una serie que se llamaba V y que nos tuvo bastante enganchados porque la mala era muy mala y estaba muy buena, algo que los guionistas de ahora habrían de tener en cuenta. Ahora vuelven, como todo lo de aquella época, en un invento que se llama V: The Second Generation.

Porque el caso es recuperar el pasado. Se nota que muchos productores juegan a revivir la infancia y a dominar la tierra, ya sea con bichos mutantes o con maduritos emputecidos que fueron adolescentes con éxito. Por ejemplo, digamos los New Kids on the Block, que ponían tontas a las mismas niñas que ahora, viendo lo que el tiempo ha hecho con ellos, se sonrojarían al rememorar histerias pasadas. También han dicho que vuelven, como si a alguien le importara (bueno, alguien siempre queda) y han renovado las fotos. Antes no se sabían qué coño eran y ahora no se sabe qué coño parecen.

Pero es lo que hay, a falta de otras novedades.