Si un iPod te acaricia la entrepierna

Cualquiera que haya trabajado en una agencia de publicidad sabe que lo más probable es siempre lo más surrealista. Reunión tras reunión de estirados cliente, sesudos creativos, copys, ejecutivos de cuentas, señoras de la limpieza y becarios dan como resultado muchas de las joyas que día a día nos asombran.

El famoso "touch" del IPod. Foto: Txema Rodríguez

Yo mismo, sin ir más lejos. Salgo de casa y me encuentro con este ejemplo de sodomía tecnológica (parece que consentida) en la que el niño bien introduce el iPod Touch en un puerto USB que ni Steve Jobs tenía previsto. El anuncio, que podría inaugurar la dudosa categoría de publicidad "plug and play", corresponde a una campaña de un banco, el Barclays, destinada a captar clientes. Vamos, que si domicilias la nómina y unos recibillos te dan el chisme reproductor tan placentero.

Pero vamos al análisis de los elementos que integran la imagen, para la que eligieron a los novatos del curro: el chaval que promete y la jovencita culona pero servicial. No existe planificación, esa la gracia del anuncio. A él lo pondrían empujando una caja de folletos y a ella le dijeron que pensara en esas vacaciones tan bien pagadas que nunca disfrutará, nunca pensaron que iban a tener sexo con un reproductor mp3.

Este engendro de la mercadotecnia da para mucho. Se admiten propuestas y preguntas, empezando por la de desvelar la identidad del autor, un nuevo héroe del tecnoplacer y la caspa tecnológica. Un as que merece nuevas glorias.

Añado un enlace a una noticia publicada en Cinco Días sobre esta campaña en la Javier Delgado, responsable de la misma, dice que 'Atraerá a clientes con una franja de edad de 25 a 50 años que estén interesados por la tecnología'. Impresionante.