Noche de guerra en el Museo del Prado

En 1978 se estrenaba una obra moderna y audaz: "Noche de guerra en el museo del Prado", una pequeña obrita de teatro del genial poeta Rafael Alberti, escrita en 1956, prohibida durante el franquismo y publicada en España en 1976, pero que había sido representada en escenarios de Italia y Francia a partir de 1973.

La obra de Alberti es un ejercicio de quasi-ciencia-ficción. Los personajes de los cuadros del Prado  cobran vida para dirimir el asedio de Madrid. Se alternan escenas milicianas de la guerra civil con otras propias de la guerra de la independencia y los personajes de Goya se mezclan con los republicanos del 36. Un ejemplo de originalidad que se convirtió en la principal obra dramatúrgica del gaditano universal.

Mañana, las escenas de “Noche de guerra en el Museo del Prado”, pueden convertirse en realidad. El Prado celebra la “Noche de los Museos” y el “Día Internacional del Museo”  y lo hacen de la mejor forma que podrían hacerlo: abriendo de forma gratuira la exposición de las salas del bicentenario de la Guerra  de la Independencia hasta la 1.00 de la madrugada. “Goya en tiempos de Guerra” podrá contemplarse hasta bien entrada la noche, celebrando así una jornada gloriosa de la cultura.

Que cualquier persona opte por ver antes un cuadro que tomarse una copa es algo digno de admiración. Que las instituciones lo permitan, es algo sorprendente; que no lo hagan más veces durante el año, es algo indignante. Ojalá que en la noche de los museos y en el Día internacional del Museo se pudieran ver escenas como las de “Noche de guerra en el museo del Prado”. Ojalá los personajes de Goya, se mezclaran con los intrépidos visitantes. Imagínense al Baco de Velázquez y a sus borrachos, mezclándose con los jóvenes del botellón. Igual les acercaban a la cultura. O a las Meninas, bajando de su cuadro y diciéndole a Telma Ortiz que cada cargo tiene sus cargas. O al Conde Duque de Olivares, recordándole a Rajoy aquello de Romanones: ¡Joder qué tropa! Si los cuadros hablasen, nos dirían muchas verdades…

En todo caso lo que hay que recomendar es que todo el mundo vaya el sábado al museo del Prado. Arte y noche juntos, suenan mucho mejor. Y si no, al día siguiente, que se celebra la Jornada mundial de los museos, que vayan también al Prado o a cualquier museo, que es gratis. Cultura, más cultura por favor.