Werner Herzog y David Lynch, juntos.

Tercera vez Werner Herzog llama mi atención. Primero lo hacía gracias a Grizzly Man, película documental sobre cómo las obsesiones humanas pueden llevarnos al peor de los puertos. Tras esta toma de contacto, la noticia sobre las primeras imágenes de Encounters at the end of the world, último largo de este excéntrico alemán que con impresionantes imágenes y entrevistas con los científicos que viven en la Antártida, también promete tocar alguna que otra fibra (está programado su estreno para el 11 de junio, pero únicamente en territorio anglosajón).

Herzog y Lynch

Pues bien, ahora adelantar que, junto con David Lynch, el cinematógrafo germano se ha embarcado en un proyecto aparentemente basado en una historia real: My Son, My Son (Mi hijo, Mi hijo) película que ahondará en la historia de un hombre de San Diego que, emulando a Sófocles, mata a su madre con una espada. Esta interesante locura que Herzog está preparando junto con el responsable de títulos tan míticos como Cabeza Borradora, Carretera Perdida, Blue Velvet o Mulholland Drive, parece que estará rodada en video digital y tendrá un marcado estilo de “guerrilla”.

Como curiosidad, añadir que Lynch también se encuentra embarcado en King Shot, película metafísica sobre gangsters de Alejandro Jodorowsky, proyecto en el que participará en calidad de productor, junto con un equipo artístico entre los que se encuentran Nick Nolte y Asia Argento, entre otros (parece ser que Santiago Segura y Marilyn Manson, buen amigo de Jodorowsky, también formarán parte de este proyecto)

El alemán tendrá un 2008 ocupado, puesto que junto a este proyecto se encuentra a punto de comenzar a dirigir a Nicholas Cage en un remake de la controvertida Bad Lieutenat (Teniente Corrupto,1992) de Abel Ferrara.

Esta película, que en su momento contara con un impresionante Harvey Keitel como protagonista, narra de una forma dura e intensa, que no deja respirar al espectador, la historia de un policía totalmente obsesionado con apuestas, drogas, prostitución y otros vicios, cuya filosofía de vida queda totalmente trastocada al involucrarse en una investigación sobre la violación a una monja.

Memorable, sin duda, la impactante escena de esta película, en la que Keitel habla con ” sus visiones divinas”.

Otro antihéroe para Herzog.

Por masquecine