La casa Winchester

La enfermiza creencia en los fantasmas llevó a una rica heredera a convertir su casa en una monstruosidad plagada de laberintos, puertas falsas y escaleras que no llevaban a ningún sitio, con turnos de trabajo las veinticuatro horas y con la inspiración de una médium en lugar de la de un arquitecto.

La casa Winchester, antes del terremoto que destruyó una buena parte. Cortesía de Winchester Mystery House, San José, CA.

Publicado originalmente en el blog de Manuel Delgado.

No, aunque pueda parecerlo, la foto que ilustra este artículo no es una creación de M. C. Escher. Se trata de la casa de Sarah Winchester, nuera del inventor del famoso rifle,  situada en San José, California, y más conocida como la Winchester Mistery House. Parece ser que la señora estaba un poco… (¿cómo decirlo? ¿Como un cencerro? ¿Más loca que una cabra con viruela?), digamos, un poco descentrada desde las traumáticas muertes de su hija y su marido así que con la siempre poco valorada ayuda de una medium logró convencerse de que todas sus desgracias tenían como origen a unos fantasmas cabreados. Así que dedicó los siguientes treinta y ocho años, y supongo que una buena parte de su fortuna, a construir esa monstruosidad de ciento sesenta habitaciones para conseguir así desorientar a los fantasmas con tanta alcoba y escaleras y puertas que no llevan a ningún sitio. Ridícula obsesión, pues toda persona sensata sabe que los fantasmas se orientan mediante las auras de los humanos, así que los tabiques no les suponen obstáculo alguno.

He llegado a este despropósito a través de HowStuffWorks, un sitio generalmente interesante que debería revisar alguno de sus textos para no dejar la puerta tan abierta a lo paranormal, lo magufo y lo simplemente estúpido.