Iniciar sesión | Registrarse | ¿Por qué registrarse?
  • Podrás comentar las noticias con el nombre que elijas
  • Podrás subir tus noticias en soitu.es y guardarlas en tu propia página

EL BUITRE, USOS Y COSTUMBRES

Archivado en:
sociedad
Por naca
Actualizado 05-06-2008 21:00 CET

LA LEYENDA LES HA HECHO MUCHO DAÑO, CREANDO UNA IMAGEN NEGATIVA DE ESTE BRAVO ESPECIMEN QUE, PESE A LOS AÑOS, SIGUE AHÍ, BATIÉNDOSE EL COBRE DIA A DIA EN LOS TERRENOS MÁS INÓSPITOS.

Pepe, dile algo a la rubia que está mirando...

Siempre han sido desprestigiados, incluso hay quien es marcado de por vida con el estigma de éste pájaro carroñero pese a haber revoloteado tan sólo un par de veces en un año sobre alguna escurridiza presa nocturna.

Su hábitat natural suelen ser normalmente los pequeños ecosistemas acotados, lugares donde además de escucharse con nitidez la berrea de los machos en celo intercalada con los odiosos sonidos alienantes que producen las máquinas creadas por el hombre, se puede abrevar fácilmente, sin más límite que el que establecen las siempre mermadas reservas de la faltriquera. Algunos atacan en bandadas, protegiéndose unos a otros de posibles represalias de otros machos dominantes; otros prefieren la collera, sorteándose antes del ataque cual de los dos hace la cobertura con la hembra menos receptiva mientras el otro prueba suerte con la vara de acoso y derribo; y por último está el buitre autónomo, del que se pueden sacar tres subgrupos.

En el primero nos encontraríamos con el buitre solitario. Es aquel que siempre planea en solitario, más que nada porque no tiene bandada con la que hacer pandilla. Suele posarse a primera hora -cuando todavía va de paisano- en pequeños abrevaderos frecuentados por especimenes más viejos, donde entre trago y trago que se echa al coleto escucha añejas técnicas de cortejo, a la par que se deleita con simpáticas anécdotas de arcaicos apareamientos. Horas más tarde, cuando empieza su jornada, ya bastante alpistado por cierto, extiende sus alas por territorios frecuentados por jóvenes y sanas hembras. Grazna mucho y pica cuando puede. Desgraciadamente suele volver al nido con el estómago vacío y en un estado de celo elevado a la enésima potencia.

En el segundo subgrupo nos encontramos con el buitre de vanguardia, quizá el buitre por antonomasia. Es aquel que a primera hora sale con su bandada de siempre, pero que nada más llegar a posibles zonas de caza abandona inmediatamente a sus hasta el momento inseparables compañeros de partida y se adentra en el campo de batalla en solitario. Reparte picotazos a diestro y siniestro, recibiendo de cuando en cuando inesperados y violentos reveses de hembras agresivas. Debido a la constancia y voluntad que demuestran durante toda la noche, suelen al final hacerse con alguna inocente presa –a veces no tan inocente-, que exhausta, claudica normalmente tras una dura e inútil lucha por zafarse de las garras de su captor.

 El problema que tienen estos cazadores nocturnos es que al ser de vanguardia, levantan continuamente a las presas y las cansan de tal manera que a veces, cuando llega el grueso de la bandada, y sobre todo su peor enemigo, el buitre de retaguardia, estos tan sólo tienen que dar dos o tres pasadas –a veces cuatro- para que sus víctimas caigan rendidas en sus redes. También hay que constatar que el buitre de vanguardia es un ave valiente, que no se suele amedrentar ante nada, por lo que en muchas ocasiones suele regresar a su nido con alguna ala rota y más de una pluma menos.

Por último, encontramos al buitre camuflado, también llamado buitre camaleónico. Es aquel cuya presencia en la zona de caza no suele despertar recelo entre los mismos machos de su especie debido a que en sus garras luce la anilla identificativa que indica que ha perdido su libertad, lo que pasa es que con rápido movimiento se deshace de ella e hinca el pico como más brío si cabe que sus propios congéneres. Este subgrupo no suele destacarse por sus éxitos cinegéticos, aunque pone de su parte, y cuando retorna a su nido, dulce nido, su copropietaria le suele recriminar, a base de certeros picotazos, la presencia de plumas de diversa y extraña procedencia, así como del exceso de alpiste en sus venas, mal endémico al parecer en todas las rapaces de ésta especie.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Nuestra selección

Hasta la vista y gracias

Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.

El suplicio (o no) de viajar en tren en EEUU

Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...

Presidimos la UE: que no falten los regalos para los periodistas

Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.

Soitu.es vuelve a ganar el premio de la ONA

A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.