Crisis Económica

¿Relamente estamos inmersos en una crisis económicas, o es sólo ruido mediático?

Las dos preguntas de la entrada son semánticamente similares pero son radicalmente diferentes en su planteamiento y en sus alcances. Porque ¿realmente estamos en una crisis económica?

Si se hace una encuesta seguro que se contesta que hay una crisis de padre y muy señor mío. Que las cosas están mas caras que nunca, que la gasolina está prohibitiva y que ¡adonde vamos a parar! Siendo ciertas algunas de estas cosas desde mi humilde punto de vista no estamos en una crisis económica –parece que nadie recuerda verdaderas crisis como la del 29 o la que padeció España después de la Guerra Civil; esas si que fueron crisis-. Y no es que yo sepa mucho de economía, mis conocimientos se limitan a la historia de la economía de 2º de carrera con aquel tocho inmenso que era el “Samuelson”, pero hay cosas que parecen meridianamente claras y no se necesita ser un Nobel para saber que la situación no es todo lo boyante que era hace un par de años.

Si me parece claro que la "Economía" está en crisis. Esta economía nuestra; la global, que no es capaz de satisfacer la demanda de bienestar de todo el mundo, sólo de algunos privilegiados del denominado 1er mundo. Esa es la crisi; la de ideas para mejorar a todos y no s´lo a unos pocos.

Pero bajando a la práctica mundana y mas cercana, les confesaré que lo que no entiendo son las quejas generalizadas, sobre todo de los que mas han contribuido a reventar el sistema; esto es, los que se han enriquecido brutalmente de la situación. Porque ese dinero ganado a espuertas está ahí, no se ha perdido: ¿por qué no se pone de nuevo en circulación en el mercado? Sencillamente porque la crisis la han de pagar siempre los mismos.

Cuando las grandes empresas, constructoras, cadenas de distribución petroleras, automovilísticas, pesqueras etc, tiene brutales beneficios se les llena la boca de decir que la libertad de mercado es la que impone las normas. Que el Estado no debe de entrometerse en las actividades de ellas, que ¿quién es ese Estado reclamando impuestos y ordenando los precios? Esa es la doctrina liberal o ultraliberal y neoconservadora (como dice bien Rafael Marín el calificativo de liberal fue corrompido por aquellos “diputados serviles que después dieron gritos a las caenas” y ahora son algo muy diferente a lo que en principio eran) que impera en el mundo. Pero es paradójico que el que los que propugnan el no intervencionismo estatal en nada que tenga que ver con la economía, en cuanto vienen peor dadas no pierden tiempo en decir al Estado que corra en su ayuda. Que sus beneficios no van a ser los que eran y que eso no se puede consentir. Es decir: mientras que yo gane dinero, mucho dinero, ese dinero es mío, pero si empiezo a ganar menos quiero que tú, nosotros, me cubras las perdidas o el lucro cesante. La ley del embudo, para que nos enteremos.

Ahora los pescadores están en huelga. Estupendo. No se si sabrán cómo muchas empresas, gracias a las subvenciones que hemos pagado usted y yo, han conseguido flotas a coste 0 e incluso con un 25% de ganancias al construir barcos. Cómo, con estos superbarcos, se ha esquilmado sistemáticamente los caladeros pescando mas de lo que se podía. Cómo las flotas francesas o británicas están ahí, subvencionadas por la UE, para vendernos a nosotros el pescado que ellos no consumen. Cómo la bonanza ha bendecido también a los pobres pescadores en forma de sueldos mas que suculentos. ¿Ahora vienen a mendigar que se les subvencione el gasoil? ¿Pagándolo yo otra vez? Y lo mismo pasa con otras actividades como la construcción que ahora exige que el Estado subvenciones las casas que no han podido vender reconvirtiéndolas en VPO, pero ellos cobrando lo mismo.

Si algo se es que las crisis las pagan siempre los mismos, los del centro, la mayoría. Y esto ocurre porque si usted está en los extremos, o muy alto o muy bajo, no van a tener problemas, los unos por desmesurados y los otros porque seguirán subvencionados igual que estaban con lo que su situación no variará. Y también sobrevivirán los caraduras, pero eso sería motivo de otro post.

La realidad es que la clase media (alta-media o baja) es la que va a soportar con mas sudores la supuesta crisis. No podremos comprar tantas cosas inútiles como compramos, o no podremos comer marisquitos y jamoncito dia sí y día también. Pero esto es cíclico, Pasará y seguramente mejoraremos para después hundirnos en la mas absoluta ruina. ¿Les he contad ya que soy muy pesimista en ese aspecto? ¿Qué haremos cuando se acabe el petróleo? No quiero ni imaginarlo, aunque ya lo he hecho.

Que disfruten su crisis y vivan el momento, que se decía en una película en la que aparecía Wilson, el Watson de House, muy jovencito. Sí, es la que pensaban; “El club de los poetas muertos”. Por cierto: espectacular el final de la 4ª temporada de House. Si tiene oportunidad no se la pierdan.

Publicado en Memorando

© Alfonso Merelo 2008