Morir de olvido en Darfur

Morir en Darfur significa morir dos veces: una vez, abatido por los disparos. Otra, por la indiferencia de la comunidad internacional. Da igual que hayan muerto 400.000 personas, muchos de ellos niños, una población equivalente a una capital como Alicante. Da igual que el conflicto no tenga visos de terminar. Da igual que lleven cinco años muriendo como ratas. Lo importante para la sociedad internacional seguirá siendo el precio del barril del West Texas.

Los desplazados en Darfur son unos dos millones y medio

Teletipo de hace un par de días: "Poco más de medio centenar de personas pereció por enfrentamientos en la región sudanesa de Darfur entre un grupo rebelde y tribus árabes residentes en la zona, informaron hoy miembros de esas comunidades." Reflejo en la prensa nacional: nada. La guerra en Darfur es uno de tantos conflictos dormidos que no interesan a nadie. Sin embargo, el goteo de muertos en contínuo, incesante. Cada semana mueren cientos de personas, casi medio millón en 5 años, 100.000 cada año. Eso significa que cada hora muerten 11 personas en aquel país. Pensémoslo bien.

Y así llevamos cinco años. Es una guerra civil entre los Yanyauid, un grupo de milicianos  y los pueblos no Baggara. El gobierno sudanés les ha proporcionado armas y asistencia, y ha participado junto con ellos en varios ataques contra distintas etnias. La sangría además ha provocado dos millones de desplazados.

Da igual que esta guerra haya sido declarada genocidio por Estados Unidos y por la prensa Internacional. Da igual que el año pasado se aprobara el envío de tropas de la ONU. Hoy siguen muriendo ante la indiferencia internacional, miles de personas. Y siguen muriendo, pero además son vejadas, violadas y humilladas.

Porque en el curso de los ataques se mata a personas, se viola a mujeres y se obliga a los habitantes de la zona a abandonar sus pueblos después de incendiar sus hogares y de quemar o robar sus cultivos y su ganado. Las violaciones y otras formas de violencia sexual constituyen un fenómeno generalizado. En Darfur, la violación y no son una mera consecuencia del conflicto o del comportamiento de tropas indisciplinadas, sino que los testimonios recogidos por Amnistía Internacional indican que se están utilizando como arma de guerra, constituyendo graves infracciones del derecho internacional de derechos humanos.

El origen del conflicto

Los rebeldes acusan a las autoridades de Jartum de favorecer ecómicamente a las comunidades árabes del norte, en detrimento de esta desértica región habitada por numerosas tribus de raza negra, así como de ejercer una fuerte represión sobre ellas condenándolas al subdesarrollo.

Ésta es la razón principal que esgrimieron cuando en febrero de 2003 decidieron atentar contra intereses gubernamentales, para obligar al Ejecutivo a acabar con su 'marginación histórica'. Para responder a estos ataques, el Gobierno decidió armar a los Yanyauid.

El conflicto cada vez peor

La situación sigue deteriorándose y en  2008 unas 80 mil personas más han tenido que dejar sus pueblos. La violencia ha llevado a 300.000 personas a huir al país vecino, Chad. La extensión del conflicto a este país, la violencia interétnica y la disputa entre gobierno chadiano y rebeldes han provocado igualmente que 185.000 chadianos hayan tenido que abandonar sus hogares en el último año y medio a causa de la inseguridad y de los ataques a sus aldeas.

Y mientras tanto, ya saben, lo que interesa en España es Ana Obregón, la paliza a Jaime Cantizano y el chiki chiki.