En Buenos Aires, Portugal es el favorito para quedarse con la Eurocopa 2008

El talento de Cristiano Ronaldo es visto como la llave para que el equipo 'luso' levante por primera vez el trofeo Henri Delaunay

En Buenos Aires, la capital futbolera de América, el comienzo de la Eurocopa de Fútbol lejos ha estado de concitar una fuerte atención.

Prueba de ello es que ni el periódico deportivo Olé ni los masivos Clarín y La Nación han acreditado corresponsales para cubrir la 13° edición de la competencia que organizan en forma conjunta Suiza y Austria.

Sin embargo, esa apatía no impidió que este cronista se lanzara a indagar quién es el favorito para ganar la final, prevista para el 29 de junio próximo en Viena.

"Portugal, por Cristiano Ronaldo", coincidieron los periodistas deportivos de la agencia noticiosa DyN, a los que se sumó la opinión de Claudio Mauri, del periódico La Nación.

"Al antecedente del título que obtuvo Grecia hace cuatro años con un juego gris y especulativo, el torneo que comenzará mañana opone la espectacularidad de Cristiano Ronaldo como gran estrella", remarcó Mauri en una nota publicada hoy.

El conjunto que dirige el brasileño Luis Felipe Scolari no lo tendrá fácil: se enfrentará de manera sucesiva contra la siempre temible Turquía, la ascendente República Checa y Suiza, respaldada por la afición local.

Los lusos llegaron a la fase final del torneo luego de ubicarse en el segundo lugar del grupo A, por detrás de Polonia. Obtuvieron 27 puntos, producto de siete victorias, seis empates y una derrota, justamente ante los polacos.

Nani y Deco adelante, y el respaldo de los jugadores del Chelsea inglés Paulo Ferreira y Ricardo Carvalho en la zaga, serán el sostén para la ilusión de Cristiano Ronaldo y otros 10 millones de portugueses.

Al margen del favoritismo de la prensa bonaerense por el equipo portugués, este cronista se inclina por Holanda, no tanto por los antecedentes del once titular, bastante industrioso y apocado, sino por las beldades que suelen acompañar a la 'naranja" en toda competencia que se precie, aunque, como la que nos ocupa, haga las veces de un Mundial de Fútbol sin la Argentina y Brasil.