Van Basten quiere volver a ser campeón

Dice el tango que veinte años no es nada, pero para Marco Van Basten sí debe haber sido mucho. El temible delantero de la naranja mecánica, quiere volver a proclamarse campeón, pero ésta vez como seleccionador. Su comienzo ha sido espectacular, y ya ha puesto la primera pica en Flandes para llevarse su segundo trofeo.

Marco Van Basten, estrella de la Eurocopa en 1988, quiere volver a llegar muy alto 20 años después, desde el banquillo de los Países Bajos

Faltaba muy poco para que Alemania volviera a ser sólo una y para que la Perestroika acabara definitvamente con la URSS. Hablar de Yugoslavia en aquel entonces era como hablar de Checoslovaquia, y todos esos países en sólo dos décadas ya no existen. El final de los 80 vio renacer una selección que maravilló al mundo y en la que no cabían más estrellas.

Recuerdo la selección que se llevó la Eurocopa del 88, porque todavía hacíamos campeonatos de chapas y yo me "pedí" Holanda: Van Breukelen; Rijkaard, R. Koeman, Van Tiggelen; Van Aerle, Vanenburg, Muhren, Wouters, E. Koeman; Gullit y Van Basten. La mitad de ellos nos habían eliminado de la Copa de Europa con el PSV a los madridistas que no habíamos visto hasta entonces ganar a nuestro equipo. Y nos maravillaban; por sus greñas a lo afro, Gullit, ese perro de presa del área. Por su clase increíble, Marco Van Basten. Por sus faltas de saque directo, Ronald Koeman. Por la defensa impresionante en el área: Van Tiggelen, Van Aerle, Rijkaard. Y el cancerbero Van Breukelen, nombre maldito para Míchel, Butragueño y compañía.

El torneo encumbró a inolvidable generación holandesa maravillosa, con un esquema de juego que emular a la naranja mecánica de los 70. En la final se deshicieron 2-0 de la URSS, con un portero mítico Dassaev, que tenía el aspecto sólo los porteros de la URSS tenían. Parecía un coronel del Ejército soviético y como tal defendía su marco.

La URSS necesitaba el título porque se encontraba en plena decadencia política. Aunque hace 20 años, en el Olímpico de Múnich, no pudieron hacer nada ante el recital de la naranja, que cuajó una actuación excepcional con goles de Gullit y Van Basten.

Hoy, 20 años después, Van Basten quiere volver a ser campeón. Talento a su selección no le falta. Los Van Nistelroy, Robben, Sneijder, o Van der Saar, no tienen nada que envidiar a los que maravillaron hace 20 años.

Los goles de la final de la Eurocopa 1988