Canadá está terminando uno de los inviernos más duros de las últimas décadas, con precipitaciones de nieve récord que mantienen a los canadienses con los nervios a flor de piel e impacientes ante la llegada de la primavera. Ahora mismo, la idea de un aumento generalizado de las temperaturas suena a música celestial para muchos canadienses que cada día luchan para desenterrar sus vehículos de la nieve. La feria "Canada Blooms", que exhibe las últimas tendencias en diseño de jardines urbanos y atrae a más de 100.000 personas cada año, es la primera señal de que la primavera se acerca y el invierno está a punto de acabar, aunque las calles de las ciudades canadienses parecen probar lo contrario.