Tampoco la situación es buena en los campos de refugiados. De momento, no todos los desplazados han recibido ayuda humanitaria. Muchos esperan todavía por ella. La organización no gubernamental y sus aliados pudieron suministrar agua potable, suministros médicos y unas 15.000 galletas de alto contenido energético a los niños de un campamento en los que viven unas 50.000 personas. "Cuando llevamos a cabo la distribución de alimentos, la situación era desesperada", ha dicho Jaya Murthy de UNICEF.