Para la protesta, Greenpeace ha utilizado esta vez un llamativo 'container' clavado al suelo. "Llevábamos mucho tiempo pensando en utilizar un contenedor que nos permitiera una mayor resistencia tecnológica, y de momento nos está funcionando", explicaba Sara Pizzinato, responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de esta organización. "Dentro tenemos de todo, desde comida hasta servicios para ir al baño".