Cazando al último nazi: el Monstruo de Mauthausen

Sí, parece increible, pero aun quedan nazis vivos por el mundo, y libres, que es peor. Y no nos referimos a los cabezas rapadas, que de todo tiene que haber en el mundo, y la basura abunda, sino a nazis de los de antes, de los que mataban a judíos en campos de concentración y tomaban café con Hitler sin despeinarse. Aun queda algún criminal de guerra suelto por este mundo.

El "doctor muerte" podría vivir ahora en la Patagonia argentina o chilena. Un grupo del Centro Simon Weisenthal lo está buscando para darle caza

Parece un argumento de una película de cine. Sudamérica, buscan a un nazi criminal de guerra. Una asociación que se encarga de encontrar a estos individuos intenta dar con uno de los últimos que quedan vivos y libres. Podría ser una historia del celuluide pero es un hecho real. El Centro Simón Wiesenthan ha viajado hasta Chile en busca del "Doctor Muerte", el austríaco Aribert Heim, uno de los criminales de guerra nazis más buscados. Se cree que podría vivir en la Patagonia en la parte chilena o en la argentina. Estuvo viviendo en España durante diez años, pero la justicia nunca ha dado con él.

"Operación: Última oportunidad" es el nombre de un programa creado por esta asociación que ofrece recompensas a cambio de información para encontrar a nazis sueltos aun por el mundo. Según el centro, Heim podría encontrarse en Chile o Argentina ya que una hija del "Doctor Muerte" vive en la ciudad chilena de Puerto Montt. Su familia en cambio, asegura que murió hace 15 años.

El doctor Heim, ahora tendría más de noventa años. Un anciano al que no se le puede negar su pedigrí asesino:  mató a centenares de personas en el campo de concentración de Mathausen y desde 1962 permanece desaparecido. Escapó de  Alemania occidental cuando estaban a punto de atraparlo.

Un asesino sin escrúpulos

Heim pertenecía  a las SS de Adolf Hitler, el cuerpo más temido del régimen nazi. Su labor: extraer órganos a pacientes sin anestesia pra comprobar su capacidad de sufrimiento. Su lugar de trabajo: el campo de concentración de Mauthausen. Su salvajismo moral: la observación rigurosa del sufrimiento humano, que anotaba en su cuaderno como si se tratase de cobayas. Su caso más escalofriante: abrió en canal con vida a dos jóvenes judíos de 20 años y posteriormente les decapitó e hirvió sus cabezas. Su monstruosidad: regaló uno de los cráneos como trofeo a un colega mientras que el otro lo utilizó como pisapapeles.

Un psicópata de este tipo aun podría vivir y eso es lo que intenta averiguar este Centro, que ya está buscando a este cruel asesino sin escrúpulos. La Justicia aun tiene mucho que decir. 

Vídeo dedicado a todas las víctimas del campo de concentración de Mauthausen

La liberación de Mathausen

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