"La barraca", versión peruana

Federico García Lorca, Federico por antonomasia, fue no sólo un excelso poeta, un mártir de la causa, y un icono del siglo XX y de la Guerra Civil. Fue también divulgador de cultura, y por eso en 1932 cogió los bártulos, y se fue con la compañía de Teatro Universitario "La barraca" por los pueblos de España, representando obras y acercando la cultura al pueblo. Cumpliendo aquello de "si la montaña no va a Mahoma..", el teatro llegó a muchos sitios donde ni siquiera podían imaginar con ver alguna vez una representación. Y aunque parezca mentira, 70 años después, iniciativas similares se llevan a cabo en algunos lugares del mundo. En Perú, muchos descubren el cine por primera vez en pleno siglo XXI.

800 espectadores en La Merced siguieron las proyecciones de esta iniciativa peruano-española. LLevar el cine a los más desfavorecidos se convierte, casi, en un argumento de película

Todos hemos visto alguna vez escenas de los primeros espectadores del cine. Esos ojos deslumbrados, llenos de la ilusión de quien por primera vez ve algo tan cercano a la magia como es el mundo del séptimo arte. Algo tenía de milagroso y de espectacular la simple proyección de imágenes en movimiento, tan reales, tan llenas de vida en una pantalla plana.

Ese hormigueo de nuestros abuelos se repite ahora en países tan cercanos culturalmente a nosotros como Perú. Allí hay una asociación llamada "Nómadas", que se ha propuesto llevar la montaña a Mahoma. Llevar el cine a todos aquellos que no pueden, que no saben, que ni imaginan lo que es. "Nómadas" recorre una las aldeas remotas de una región peruana a al norte de Lima.

Su método de trabajo es sencillo: el cine sobre ruedas tiene un proyector, una pantalla, un generador, una mesa de sonido y mucha ilusión. Eligen la zona, eligen el repertorio que van a proyectar y se ponen manos a la obra.Y todo por amor al arte, y nunca mejor dicho.

En su recorrido exhiben películas españoles e iberoamericanas allí donde no llega el cine. Tienen su sede en Lima, y la forman cineastas, documentalistas y comunicadores de aquel país y también de España. Y su objetivo es el mismo que el de Federico: llevar la cultura a todos aquellos que no pueden acceder a ella. En muchas aldeas no tienen salas de exhibición; en otras, la situación es aún más dramática: ni siquiera pueden contar con energía eléctrica.

UN AÑO Y MEDIO DE AVENTURA
Hace un año y medio que comenzó esta iniciativa, esta "Barraca" peruana y sigloveintiunera, y desde que que se inició el proyecto, los promotores de este cine itinerante han recorrido cuatro regiones y durante ese período han sumado "hasta 90 funciones y un poco más de 20.000 espectadores". Una cifra que parece escasa, pero que teniendo en cuenta la intrincada geografía peruana, es muy alta. Y más que la cantidad, que es importante, sin duda, es la calidad: son 20.000 personas que jamás podrían haber visto el haz de luz del proyector de cine.

En una de las paradas de los "Nómadas", llegan a Carhuaz. 800 personas se congregan en la plaza del pueblo, en plenos Andes, y ven "Paloma de papel", del cineasta peruano Fabrizio Aguilar. Pero no es sólo el único filme. Entre lo que proyectan, documentales, cortometrajes, largometrajes experimentales... Su objetivo con este repertorio: fortalecer las raíces, la integración cultural, la difusión de las obras locales, y sobre todo, llevar la cultura a los que no tienen recursos.

"Nómadas", recibe ya el apoyo de Unicef, Unesco, el Centro Cultural de España y las embajadas de México y Francia. Un apoyo merecido a una "Barraca" del siglo XXI, que facilita el acceso a la cultura de los menos favorecidos.