El Centro Histórico de Málaga, entre la Feria y las amenazas

Cuando hay una gran fiesta en una ciudad, se olvidan o se tapan los grandes problemas de la misma. Es lo que está pasando en Málaga, en Feria parece que todo es maravilloso. Pero justo donde la gente baila y se emborracha al son de la música, también hay barrios que se están cayendo a trozos, y donde sus vecinos viven un auténtico calvario día a día.

Los farolillos disimulan la marginación en Málaga

La Feria de Málaga está tapando algunos problemas que, desde hace años, arrastran algunas zonas del Centro Histórico de la Ciudad. Esta primavera, la marginación ha llegado ya a amenazas, peleas y altercados, que parecen haberse obviado con el lanzamiento de los fuegos artificiales.

Hay zonas del centro de Málaga que están olvidadas, que no salen en ninguna foto y que son un nido de violencia, droga y desestructuración. Para combatir esa situación, dejada de lado por las instituciones políticas de la ciudad, se creó hace un par de años la 'Plataforma Vecinal contra los Guettos Marginados', una asociación que pretende sacar a la luz pública los problemas de integración, paro, salubridad y vivienda que tienen algunas zonas históricas de la capital de la Costa del Sol.

Ayuntamiento y Junta de Andalucía, no sólo han hecho oídos sordos a las peticiones de dignidad de sus ciudadanos, sino que han alimentado el conflicto entre los propios vecinos. Su incapacidad para atajar el problema de la droga, y que esta plataforma sea la única que denuncie, ha sido la chispa que ha encendido la hoguera entre los vecinos.

Aprovechando que las fuerzas de orden no se atreven a pasar por ahí, la droga campa a sus anchas por escaleras, rellanos y patios. Los pocos que se atreven a levantar la voz son amenazados, incluso agredidos. Esta plataforma se reúne, casi de forma clandestina, en una parroquia de la zona.

Las zonas más afectadas son la de Plaza de Los Cristos, Piyayo, Los Negros, Cruz Verde y Calle Postigo y Calle Peinado. El Ayuntamiento de Málaga ha creado multitud de concejalías con nombre rimbombantes pero ineficaces, como Bienestar Social, Relaciones Ciudadanas, Participación, Igualdad de Oportunidades. Ninguno de sus responsables se atreven a atajar este problema de marginalidad de raíz.