por Alejandra Ross
No se trata de una serie de electrodomésticos cuya característica distintiva sea el color en cuestión, sino de un nuevo concepto en tecnología al servicio del hogar: la fabricación de electrodomésticos que contribuyen a la preservación del medio ambiente. El movimiento verde se ha hecho tan popular, que muchos sectores de la población ya han dado un paso al frente a fin de apoyar esta iniciativa.
No es inusual, por ejemplo, que nuestros hijos nos impidan deshacernos de elementos que tradicionalmente arrojábamos a la basura, porque en la escuela aprendieron que hay maneras de reciclarlos. O que las estrellas de cine se acometan a la búsqueda de una nueva mansión donde vivir...eso sí, que sea "green". Deportistas promocionando autos híbridos; figuras del arte culinario implementando recetas verdes en sus programas de televisión y especialistas destacados promoviendo técnicas para vivir de manera más ecológica...Pues ahora le tocó el turno a los fabricantes de electrodomésticos.
Las grandes marcas se han lanzado a la creación de máquinas "eco-friendly" (amigas del eco sistema), hechas a partir de materiales reciclados o reciclables; que no afectan la capa de ozono y que se caracterizan, -entre otras cosas-, por el bajo consumo de energía. Veamos algunos ejemplos. Recientemente, una conocida marca ha lanzado al mercado el primer televisor ecológico. Este modelo de alta definición, cuenta con algunas características que vale la pena destacar: un sensor que mide la luz del ambiente y ajusta el brillo para reducir el consumo de electricidad, componentes que carecen de plomo y hasta una caja de embalaje y manual de instrucciones elaborados a partir de materiales reciclados.
Otra joyita de la tecnología verde son los lavavajillas ecológicos, dotados con ciclos de lavado que reducen el uso de energía y sensores que determinan el grado de suciedad del agua: si está limpia, la vuelven a utilizar, generando un ahorro en elconsumo del 25% al 40%. Se les ha provisto, a su vez, de un sistema de "dosificación" inteligente, para evitar el desperdicio de detergente.
El lavarropas ecológico, por su parte, es capaz de determinar tanto la cantidad como la calidad de la ropa a lavar, y usan sólo la energía que necesitan para llevar a cabo su cometido. ¿Y qué hay de los refrigeradores "greenfreeze" (*) que usan gases naturales (como el fluído refrigerante y la espuma aislante) en lugar de los tradicionalmente contaminantes, a la vez que consumen entre un 40% a un 60% menos de electricidad?
Modificar nuestra forma de vivir, acostumbrada a la gratificación instantánea que nos brinda la tecnología no es fácil. Tampoco práctico. Mucho menos algo anhelable. Y las empresas lo saben. Es por eso que intentan cambiar nuestra tendencia de compra sin afectar el grado de comodidad que hemos alcanzado. Quizás "viva verde sin sacrificar el comfort", pudiera ser un slogan interesante a la hora de acertar la "flecha"de la publicidad en el "blanco"del consumidor.
Sin lugar a dudas, la necesidad de adquirir electrodomésticos ecológicos ha logrado el impactar en la mente de muchos consumidores: una nueva opción de compra, mientras seguimos disfrutando de lo que nos gusta, ahorramos dinero y además, ayudamos a nuestro castigado planeta. Y aunque muchos cuestionan la verdadera intención de los fabricantes (será reconciliarse con la naturaleza o seguir explotando el bolsillo de los consumidores) las preguntas del millón de dólares, quizás sean:
(*) Greenfreeze no es una marca, sino una "tecnología de opción frente a los sistemas de refrigeración contaminantes", desarrollada por Greenpeace en los noventa y abierta a cualquier fabricante que desee implementarla en sus refrigeradores.
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