POSTSECRET: Una postal, un secreto

Al finalizar la lectura de este artículo habrás aprendido a revelar tus secretos más íntimos sin pasar vergüenza.

"Me encanta hacer pis mientras me baño"

Dicen que hay dos tipos de secretos, los que tenemos con los demás, y los que tenemos con nosotros mismos. Los segundos, sin duda alguna, son los peores, porque no sabes que los tienes hasta que los revelas. Pero dar este paso no siempre es fácil. Vergüenza, dignidad, timidez, miedo a la humillación son las razones que nos impiden ser sinceros con nosotros mismos y  admitir algo que no nos gusta. Existe una manera de compartir tus secretos con los demás de manera anónima. Se llama Post Secret.

PostSecret es uno de esos fenómenos únicos, mágicos, maravillosos que difícilmente se repetirán en los próximos años. Todo empezó en 2003, cuando un estadounidense llamado Frank Warren viajó a París. Allí compró unas postales de El Principito y por la tarde, en el hotel, las guardó en un cajón de la mesilla. Esa noche tuvo un sueño increíblemente lúcido en el que se vio a sí mismo abriendo el cajón y cogiendo esas postales. Alguien había escrito un mensaje revelador en cada una de ellas. Cuando se despertó intentó reescribir esas mismas líneas en sus postales. Lo que Frank no sabía era que esas tres postales de El Principito serían las primeras piezas de arte del fenómeno al que ha dedicado su vida.

En enero de 2005 decidió crear un proyecto artístico llamado PostSecret que consistía en recibir secretos de otras personas. Hizo un blog, y prometió que cada domingo publicaría los secretos que hubiera recibido. Sólo puso tres condiciones, que aún se mantienen: 1) El secreto debe ser anónimo, no debe estar firmado. 2) El secreto debe ser inédito, no haber sido revelado a nadie 3) El secreto debe ser verdad. Por último dio instrucciones sobre como se debía mandar un secreto: "Coge una postal, o dos. Escribe tu secreto de manera anónima. Envíamela por correo ordinario. Sé breve, escribe de manera clara y sé creativo" De esta manera Warren animó a los futuros reveladores a compartir sus secretos con el resto del mundo.

El resultado fue espectacular. Warren comenzó a recibir secretos, secretos y más secretos. Muchas de las postales que le llegaban eran verdaderas piezas de arte y en ellas se contaban los secretos más íntimos de cada persona. Cada domingo publica los que más le gustan en su página web y todas las semanas acude a alguna universidad norteamericana para hablar de lo que ha aprendido con los secretos que ha recibido desde que comenzó el proyecto PostSecret. Frank Warren reconoce que le han cambiado la vida. Entre ellos ha encontrado mensajes de esperanza, de arrepentimiento, experiencias  increíbles, fantasías, creencias, miedos, deseos eróticos, confesiones, traumas infantiles. Todos lo que puede ser definido como secreto. Lo más característico de este fenómeno es que los secretos que se confiesan en PostSecret son los que cada uno tenemos con nosotros mismos, esos que te da miedo admitir, o que averiguas tener al escribirlos. Aparte de postales también recibe cartas de personas que le confiesan la emoción que les ha transmitido leer su propio secreto publicado, otras que se sienten comprendidas al verse reflejadas en el secreto de otros o aquellos que no sabían que tenían un secreto hasta que han visto una de esas postales.

Todas estas personas que envían, comentan y comparten secretos configuran la comunidad PostSecret. La única regla que existe es que no se pueden juzgar los secretos de los demás. Cada postal provoca una reacción diferente. Unas te dejan una sonrisa (Sobre una taza del Starbucks “Le doy descafeinado a los clientes bordes”), otras un amargo sabor de boca (Foto de anoréxica: "Soy más feliz cuando tengo hambre") y algunas te transmiten una profunda tristeza ("Desordené la casa de mis padres mientras estaban de viaje para que pareciese que había montado una fiesta. … Sólo lo hice para que mi madre pensara que tengo amigos").

Aunque estos secretos se pueden ver por Internet, cada domingo se borran los de la semana anterior para dejar hueco a los nuevos secretos recibidos. Se pueden encontrar muchos de ellos haciendo búsquedas en google, y también muchos bloggers cuelgan sus secretos favoritos. Sin embargo PostSecret sólo permite utilizar sus imágenes cuando se habla del fenómeno y siempre y cuando se ponga un enlace a la web. Pero ¿Qué pasa si queremos leer todos los secretos publicados? Frank Warren supo aprovechar este éxito y ha editado varios libros. En España no se venden, pero se pueden comprar en la web de Amazon. Los libros de PostSecret tienen aspecto de catálogos de arte, por la minuciosidad con la que fueron fabricadas cada una de las postales, por su colorido, por su maquetación. Pero sobre todo, por su peculiar, único y exclusivo contenido.

www.postsecret.com

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