GP de Malasia, el reto técnico: ¿La centralita de McLaren rompe motores?

BARCELONA.-  Media parrilla afronta el infierno malayo con el miedo al calor, la lluvia y la centralita única. Ningún equipo en la categoría reina emitirá una sola crítica públicamente, producto del pacto de caballeros sellado durante la pretemporada y que pretendía salvaguardar el porvenir de la F-1, pero el caos de roturas australiano parece esconderse tras la nueva unidad de control electrónico. ¿Es lícito dar una ventaja tan grande a un equipo que ha sido multado por tramposo durante 2007? Bueno, ya se sabe, de inglés a inglés y tiro porque me toca...

Kerim Okten (EFE)

Renault no estrenará ninguna evolución aerodinámica con respecto a lo visto en Melbourne.

Hacía muchas temporadas que un Gran Premio de Fórmula 1 se cerraba con tantas roturas de motor. ¿El calor? Factor probable, máxime cuando la mayoría de monoplazas montan los kits de refrigeración más primitivos. Sin embargo, a la hora de analizar responsables reales, el paddock hierve con el rumor que apunta a la centralita única de McLaren Electronics, una unidad diseñada pensando en exclusiva en el motor Mercedes y el cambio McLaren que utilizan Hamilton y Kovalainen, y a la que todos han tenido que adaptarse. Algunos equipos han tenido que aprender la manera de hablarle a su propio monoplaza, lo que ha lastrado su progreso durante el invierno, mientras McLaren hacía y hacía kilómetros el verano pasado con la copia del F2007... perdón, el MP4-22.

Pero en Malasia habrá algo más que dolores de cabeza de raíz electrónica. Por lo pronto, aquellos monoplazas que rompieron su mecánica en el Albert Park pierden la norma de gracia aprobada por la FIA antes de empezar el mundial, por la que el primer motor roto en 2008 no repercutiría en una penalización de diez puestos en la parrilla. A ello hay que sumar los inconvenientes característicos de índole técnica. En Malasia, ingenieros y pilotos deberán hacer horas extra por el reasfaltado al que se ha sometido a la pista, que altera las condiciones de adherencia de 2007 y, probablemente, los reglajes de partida establecidos en los simuladores. En paralelo, el problema característico de esta pista: la extrema temperatura de trabajo de los neumáticos, producto del calor reinante, que acelera su desgaste y perjudica con ello el rendimiento. Por ello, Bridgestone desplaza a Kuala Lumpur sets de compuestos duros y medios por primera vez este año, que los pilotos deberán mimar y preservar de bloqueos en las fuertes frenadas situadas al final de las dos largas rectas principales.

A nivel táctico, la mayoría de equipos optará por las características dos paradas, dada la dificultad que arroja completar más de un 30% de la carrera con el compuesto de neumáticos blando. El consumo medio de carburante estipulado por la FIA en 2007 era de unos 3,3 kg por vuelta, el segundo más alto de la temporada, tras Spa-Francorchamps (3,5 kg).

Vía libre al horno malayo. ¿Cuántos acabarán esta vez?