Aquellos días todo era felicidad y amor. Junto a su segunda mujer, Cécilia Ciganer-Albéniz, Sarkozy formaba una familia feliz. Los hijos mayores los aportaba el presidente de su primer matrimonio y las hijas eran de Cécilia. Juntos tenían al pequeño Louis. Después de estas imágenes del día de su toma de posesión se supo que no todo era idílico, y que ni su mujer había ido a votar por él.