Aquel 6 de mayo de 2007, Nicolás Sarkozy -hijo de inmigrantes húngaros- alcanzó su sueño. Después de una dilatada carrera política que inició con apenas 22 años en la Alcaldía de Neuilly y que discurrió por los Ministerios de Economía y del Interior, se convertía en el vigesimotercer presidente de la República francesa.