¡MQB! (Mira Qué BondadoS.O.S.)

El caché más alto de la historia de '¡Mira quién baila!' vuelve a abrir el debate sobre si la televisión pública debe permitirse o no hacer frente a estas cantidades con el dinero de todos. La polémica surgió hace dos años con la participación en el programa de la nieta de Franco.

Se rumorea que Ana Obregón se embolsa más de 50.000 euros por cada baile en TVE.

Me llamaron este lunes del programa Sospechosos Habituales, éxito en Burjassot Radio, para participar en un debate sobre los sueldos de los famosos en Mira quién baila. Recuerdo cómo hace dos años, en el Festival de cine de San Sebastián, acudí a la rueda de prensa que dieron Manuel Pérez Estremera y Carmen Caffarel, antigua directora general del Ente de RTVE, para hablar de la participación de la cadena pública en el cine español.

Aquellos días Izquierda Unida le había preguntado a Caffarel, en el congreso, por los sueldos de Martínez Bordiú y José Campos, su marido, en los programas Mira quién baila y El primero de la clase. Aunque la colmena de periodistas que se agolparon en torno a Caffarel se dedicaron a cuestionarle por el futuro del cine español y por los programas Días de cine y Versión Española (¡vaya coñazo de rueda de prensa!), yo me atreví a trasladarle la consulta que el grupo Parlamentario le había dejado en el Congreso. Algo fuera del guión establecido en este tipo de actos encorsetados que no son ruedas de prensa, sino pregones institucionales.

Caffarel, un pelín nerviosa por tener que explicar que desconocía el sueldo de la nietísima de Franco en pleno Festival de San Sebastián, donde había ido a lucirse, sacó los colmillos pidiendo que por favor le preguntáramos por “el cine”, pero aún así me contestó a la pregunta que finalmente se convirtió en el titular de todos los periódicos nacionales al día siguiente: "Ignoro lo que cobra la nieta de Franco en Mira quién Baila y TVE no va a vetar a nadie":

Caffarel terminaba su respuesta recordando que el programa de La 1 colabora con distintas ONGs. ¿Significa esto que debemos agradecer que la tele que pagamos TODOS gaste nuestro dinero en amortizar los cachés de la Obregón, la Campos y Ortega Cano? Lo que menos me importa del debate es lo que se embolsen estas estrellas y si sudan o no la camiseta para merecerlo, que está claro que no.

Lo denigrante, lo hipócrita y lo pernicioso del asunto es que nos lo vendan como un espectáculo benéfico. De así serlo, todos los fondos que se recaudan gracias a las líneas 806 y a los mensajes a móviles no irían a parar a las arcas de la productora, sino a las cuentas de las asociaciones.

Me insulta ver cómo unos millonarios reparten las migajas de su premio a "los más pobres" ante los ojos de un país que defiende el formato por ser un programa "BLANCO".

Blanco, sí, como el pan que repartían los ricos en Plácido, de Luis García Berlanga, a los pordioseros.

Por si fuera poco esta excentricidad, en Mira quién baila ni siquiera hay unos segundos para ver la labor de la ONG premiada. No dudo que el miserable dinerito del premio les llegue, pero ayudaría más ver cómo trabaja esa ONG, cuáles son sus objetivos y quiénes la conforman. En pantalla, se me ocurre, que en vez de rotular "VOTA: Obregón" o "VOTA: Julio Salinas", podría aparecer el número de cuenta de la ONG o la dirección para poder comunicarse con ellos. Esa debería ser la labor de una televisión pública, hacer visible las causas por las que lucha el país y no el tanga de las famosas de turno.

Este fariseísmo socialmente asumido forma parte de una aberrante tendencia televisiva, publicitaria y empresarial en general. Se resume en dar una patina de concienciación (ecológica o social) a tu programa, marca o empresa. Es decir: Gastamos dinerales en cachés y nos forramos con los mensajes, pero cuidamos la capa de ozono o ayudamos a "Adiestradores de Pájaros Sin Fronteras".

Aunque pedir que esta tendencia cambie es una utopía, sí podrían empezar con algunos cambios básicos, como por ejemplo, culturizar televisivamente a los presentadores de la casa recordándoles los programas españoles que han conseguido hacerse con un Emmy en la historia de los premios. Tan sólo uno y muy bueno.

Sin ir más lejos, la conductora de este espacio, Anne Igartiburu, recomendó a los espectadores al finalizar su programa la pasada semana que se quedaran a seguir la programación de Televisión Española con el estreno de El coro de la cárcel. Porque, según ella, lo mejor que uno puede hacer antes de irse a la cama es ver "una película".

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¿Creéis que está bien que la pública gaste su presupuesto en pagar los altos cachés de estos famosos?