Sarah Paulson, la tapada de "The Spirit"

Su rostro no venderá entradas para la enésima adaptación de un cómic a la gran pantalla, pero su talento es el que te pegará a la butaca. Sarah Paulson se mete en viñetas de tebeo para intentar salir de ellas como la estrella que es.

Paulson intenta quitarse la máscara con "The Spirit"

¿Cómo no distraerse en las curvas de Scarlett? ¿Acaso era posible no fijarnos en nuestra Paz Vega como una imposible Matahari? ¿Y quién no iba a caer rendido a esa Eva Mendes chapurreando español por las teles, tan simpática ella? Las chicas de “The Spirit” se lo han comido todo estos días. Incluyendo a una de las suyas, Sarah Paulson. La Paulson, convidada de piedra de las tres titulares del equipo de marketing de la película, espera su oportunidad en otros focos, los de la pantalla grande, los que revelan a los jugadores de verdad. Porque el algodón no engaña, por más virguería visual que estilice el look del film entre el noir y lo comiquero.

Sarah Paulson, está claro, no tiene el brillo de una Mendes o una Johansson. Su nombre aún no vende entradas, pero su talento sí vende risas. O, al menos, las vendió durante la fugaz temporada de la abortada “Studio 60 on the Sunset Strip”, el next big hit de la NBC que mordió el polvo de forma prematura en junio de 2007 por mucho Aaron Sorkin o Chandler Bing involucrado en el proyecto. En la serie -una exploración entre bambalinas del frenesí que viven actores y guionistas en un “Saturday Night Live”, o “La visión encubierta de Aaron Sorkin sobre la administración Bush”, según algunos- la Paulson daba vida a Harriet Hayes, una actriz con fuertes convicciones católicas, facilidad para la comedia (tronchantes son sus caras “de Juliette Lewis” o un oso) y un tira y afloja continuo con el personaje interpretado por Matthew Perry. Nominada para un Globo de Oro por su actuación, Sarah Paulson ganó caché entre los críticos y cero reconocimiento social.

Quizá fue esa mezcla en apariencia impopular, talento comprobado más ausencia absoluta de "celeb status", lo que hizo que se colara en el reparto de “The Spirit”, adaptación de la obra de Will Eisner que supone el debut como director del guionista y dibujante de cómics Frank Miller (si nos creemos que Robert Rodríguez y él se repartieron a pachas la dirección de “Sin City”, su más claro antecedente). Porque, como ha declarado Miller, a él le gustan “las mujeres bonitas”. Y si te has gastado ya medio presupuesto en tres estrellonas como las actrices de “Diario de una niñera” (¡ay!), “El motorista fantasma” (otro ¡ay!) y la segunda temporada de “Lex” (¡ay… omá!), ¿por qué no probar con una desconocida que ofrece plenas garantías?

Sarah Paulson, la actriz de 34 años de Tampa, Florida, se encuentra con la oportunidad de su carrera. La que no le dio la apocada secretaria de Mel Gibson que no dejaba de pensar en el suicidio en la comedia “En qué piensan las mujeres”, la que no le dio el fiasco de “Studio 60”, la que no le dio ninguno de sus personajes episódicos en “Jack & Jill”, “Mujeres desesperadas”, “Nip/Tuck” o “Deadwood”. Si no la aprovecha, ya tiene otra guardada bajo la manga: la actualización de la serie “Cupid” a cargo de su propio creador, Rob Thomas, uno de los estrenos televisivos más esperados. Cosas del talento, que te asegura oportunidades más allá del brillo de otros focos.