¿Bajarse los pantalones?

MIÉRCOLES 17 DE DICIEMBRE DE 2008

El Parlamento Europeo ha rechazado esta mañana la directiva comunitaria que ampliaba a 65 horas semanales el horario laboral semanal máximo.

Aunque se detiene el afán por reducir los derechos de todos, los promotores advierten de que gran parte de los países miembros ya están consintiendo, al menos en determinados supuestos, jornadas laborales por encima de lo que teóricamente toleran.

Qué podríamos esperar. No van a decir que estén contentos por el parón. Un parón relativo, eso sí, porque no creo que el tema se detenga aquí.

Volverán a la carga... y no sé si estamos tan bien defendidos como a veces pensamos. Se cumple la máxima de que en tiempos de crisis lo pagan primero los más desfavorecidos. Al menos, en el mercado laboral.

Qué podemos esperar de un país en el que la mayor operadora de telefonía reconoce que grabó

un anuncio sobre ADSL en un pueblo que carecía de cobertura alguna. En el que un futbolista italiano del Levante dice ahora que su verdadero sueño sería convertirse en estrella del porno.

País en el que, añadan, se tiene poco tacto al tratar en los medios la muerte del preso que asesinó a su pareja durante un permiso carcelario en Pontevedra o el caso, cambien de chip, de la acusación al Rey de haber matado a un oso borracho.

Vivimos en ese lugar en el que el director del segundo mayor diario nacional ha pedido hoy el cierre de las televisiones públicas, por el dinero que reciben. Dice que excesivo. Quién no lo diría.

Otra cosa es querer saltar al ruedo con frases facilonas y pedir el cierre de quien, aunque sea a duras penas, garantiza un mínimo servicio público que otras, pese a su buena cara, no ofrecen. Tampoco su maravillosa licencia de TDT, digo por ese mismo director.

En España, una obra puede seguir su curso pese a carecer de permiso. Y quién sabe qué pasará ahora ante la Justicia, tras la muerte de cuatro obreros en Mallorca. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Mariano Rajoy usó hoy la expresión "bajarse los pantalones", al referirse a los apoyos que tuvo que recabar el Gobierno para aprobar los Presupuestos.

Pero, también hoy, hay quien se pregunta qué pasa en la Universidad, para que el Plan Bolonia, que nadie divulgó bien, genere ahora tanto rechazo. Y el Senado rechaza disolver los ayuntamientos gobernados por ANV (¿para qué sirven las leyes?).

Bueno, hablando de pantalones y escatología: le doy la razón a Elena Salgado. La ministra de Administraciones Públicas dijo hoy que la medida del nivel del PP la da que hoy centrase parte de su intervención en el Congreso hablando de retretes.

De los retretes de La Moncloa y de una inversión millonaria para arreglarlos. Desmesurada, sí, pero, ¿sacar a relucir todas cuantas miserias me pongan a tiro sirve para hacer política?