Próxima parada Chamberí, la estación fantasma del metro de Madrid

En marzo de 2008 la estación de Chamberí, cerrada durante 42 años, abría sus puertas al público, reconvertida en museo como parte de Andén 0, el Centro de Interpretación del Metro de Madrid. Pasear por ella es viajar a principios del siglo XX, al momento mágico en que Madrid descubría el metro, el nuevo medio de transporte subterráneo.

"Lámpara Philips. La mejor del mundo. Fabricación holandesa." Cartel en cerámica.

Chamberí, la estación que no aparece en el plano de metro

Todavía no hace un año que la estación de Chamberí sólo podía verse a través de las ventanillas del vagón de metro entre las estaciones de Bilbao e Iglesia, en la línea 1. Cuando Fernando León de Aranoa estrenó Barrio en 1998, cada vez más viajeros se asomaban a las ventanillas para ver lo que quedaba de la vieja estación de Chamberí que aparecía en una parte de la película. Andenes desvencijados y paredes llenas de grafitis. La estación se convirtió en una especie de leyenda urbana viva; los rumores sobre ella se iban transformando cíclicamente: lugar de ceremonias clandestinas, hotel de pobres o paraíso de yonquis. Había quien conocía a alguien que se refugió allí durante los bombardeos de la Guerra Civil y quien aseguraba ver presencias fantasmales al pasar por la estación.

En 2006 comenzaron los trabajos de recuperación de la estación de Chamberí a cargo de los arquitectos Pau Soler y Miguel Rodríguez para transformar la vieja estación fantasma en un lugar para el recuerdo y para la historia. Con el interior completamente restaurado (suelos, muros, bóvedas y carteles publicitarios) y el mobiliario y los andenes originales, el visitante tiene la impresión de haber viajado en el tiempo. Soler y Rodríguez diseñaron también el nuevo acceso, el toque futurista.

Un poco de historia

Londres (1863), Budapest (1896), París (1900) y Berlín (1902) contaban ya con su red de metro cuando Madrid estrenó la suya, el 17 de octubre de 1919. El rey Alfonso XIII inauguraba ese día la primera línea del metro de la Compañía Metropolitana Alfonso XIII, que se llamó así en agradecimiento al monarca por la donación de un millón de pesetas al proyecto. La línea, de tres kilómetros y medio, tenía ocho estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Iglesia, Chamberí, Bilbao, Hospicio (hoy metro Tribunal), Gran Vía y Sol.

Era el resultado del proyecto de los ingenieros Antonio González Echarte, Carlos Mendoza y Miguel Otamendi, que planearon la construcción del metro para aliviar a la ciudad de los problemas de tráfico y de comunicación. El nuevo medio de transporte subterráneo, que permitiría viajar a 25 km/h por 14 kilómetros de vía, tendría una profundidad media de 10 metros y daría servicio al centro urbano y a poblaciones limítrofes. Los trenes, con capacidad para 250 personas, se repartirían en 5 coches y su frecuencia de paso sería de 2 ó 3 minutos.

Antonio Palacios fue el arquitecto encargado de dar forma a este proyecto, diseñando las estaciones para que el nuevo transporte no resultara tan extraño a una población que era la primera vez que veía algo así. Se trataba de adaptar el diseño para hacerlo funcional y atractivo: acabados brillantes, azulejo blanco y pasillos salpicados de bombillas para combatir la sensación de claustrofobia.
Hoy el Metro de Madrid tiene casi 300 km de vía, 14 líneas y 292 estaciones.

Abierta al visitante

La estación de Chamberí se cerró en 1966, tras la ampliación de la línea 1 de metro. El creciente número de usuarios obligaba a dotar al metro de mejores servicios y las nuevas estaciones se concibieron para trenes de 6 vagones. La especial estructura de la estación, en curva, hacía imposible su ampliación para acoger los nuevos trenes. Además, se encontraba muy cerca de las estaciones de Bilbao e Iglesia.

Desde marzo de 2008 está abierta al público y la entrada es gratuita. La estación, que sigue siendo paso de los trenes de la línea 1 de metro, tiene el encanto de lo antiguo y consigue transportar al visitante a épocas pasadas. Las taquillas, los pasillos, los andenes y el mobiliario han sido cuidadosamente recuperados. Merece especialmente la pena pararse a contemplar los carteles publicitarios en cerámica que hoy son auténticas obras de arte y que puedes ver en este paseo fotográfico por la estación de Chamberí.

Curiosidades

• A las sillas de las taquilleras les faltaba el brazo derecho para que despacharan más rápido los billetes.
• Aunque la estación recrea el ambiente de lo que fue a principios del siglo XX, la publicidad y el mobiliario son posteriores.
• Los andenes y pasillos eran de azulejo blanco brillante para dar mayor sensación de luminosidad.
• Las bombillas de la época eran de menos de 40 kw.
• Los torniquetes de salida se abrían pisando una plataforma.
• El mortero utilizado para recuperar las escaleras tiene la misma composición que el original.
• Los carteles que indicaban las estaciones estaban pintados a mano. Cada vez que se hacía una ampliación en la línea de metro, había que volver a pintarlos.

Puedes visitar la Estación de Chamberí en la Plaza de Chamberí s/n.

Horario de visita:

• De martes a viernes: 11 a 19 h.
• Sábado, domingo y festivos: 11 a 15 h.
• Lunes cerrado.
• Metro: Iglesia, Bilbao.
• Autobuses: 3, 40, 147.
• Página oficial del Metro de Madrid
• Andén O, Centro de Interpretación del Metro de Madrid
• rosanalpz (Rosana López), Ay can di corner