La Isla de las Flores

Cada hogar español produce al año 1,888 toneladas de residuos urbanos, según las estadísticas de 2005 del INE y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Con un simple movimiento de mano desechamos lo que nuestro telencéfalo ha considerado como no adecuado para nuestro consumo. El camino que ese residuo tiene es un misterio. Algunas veces llega hasta una punto de separación de residuos, donde unos buenos operarios los distinguen del resto de basura y los introducen en su lugar correspondiente. Otras veces, la gran mayoría, este producto que nosotros hemos considerado no válido va a parar hasta un lugar llamado Vertedero. En él suelen vivir animales carroñeros que se encargan de dar buen uso a nuestros desechos. Sin embargo, en estos lugares, a veces también viven personas que ni tienen dinero ni la opción de elegir entre un producto u otro, por lo que tienen que hacerse con lo primero "comestible" que vean para poder llevarse algo a la boca y sobrevivir.

Aquellos artículos que nosotros tiramos a la basura tras recibir la orden de nuestro telencéfalo ahora sirven para dar de comer a unas personas pobres que nada tienen. ¿Es este el mundo justo en el que queremos vivir? ¿Hay alguna forma de cambiar esto? Los últimos datos de la ONU indican que unas 25000 personas mueren de hambre cada día en el Mundo, y mientras tanto otros tantos millones nos preocupamos de qué comprar para las Navidades; de que el cordero está caro; que del solomillo ni hablemos; que el turrón ha subido el precio y las uvas no son frescas.

Estas navidades muchos de nosotros (por no decir todos) nos pondremos las botas cenando ricos manjares y comiendo productos que solo por el hecho de ser Navidad tenemos legitimación para comer. Somos tontos. La Navidad no hace más que inflar los precios, permitiendo así el lucro interesado de todos los vendedores de alimentos y de regalos.

Aunque estos días son días para, supuestamente, ser felices, estar en familia, todos contentos y en los mundos del "Yuppi Happy", os pido que, cuando estéis comiendo esos ricos manjares asados, descorchando las botellas de champán o cascando las patas de los bueyes de mar, penséis por un momento en toda la gente que no puede ni siquiera llevarse un trozo de pan a la boca. Y no hace falta que vuestras/nuestras mentes se vayan muy lejos: el 8% de la población española viven en una pobreza casi extrema, 5.5 millones de españoles viven con 270€ o menos al mes.

Si queréis ver otra visión del mundo, os recomiendo que veáis el vídeo que pongo aquí abajo. Dura 13 minutos y explica básicamente lo que he comentado al principio del post.