Navidad light

MARTES 23 DE DICIEMBRE DE 2008

Parece que esta Navidad es atípica. Por bastantes motivos. Este mediodía, regresando a casa, me topé en una marquesina con un anuncio de la bebida que introduce la chispa de la vida. Y me dije: qué bien hacen los anuncios los de Coca Cola.

Sin embargo, y aunque no quiera quitarle mérito a todo lo que se menea, noté cierto rollito de la típica familia ideal estadounidense. O española, por qué no. El lema, a lo que voy: "¿Caviar para dos? Mejor pollo para veinte".

Vamos, que no sea la crisis la que nos agobie en plena Navidad. En todo caso, noto que este año, por mucho que las luces estén colgadas -como siempre- desde hace casi dos meses, todo se ha retrasado.

No ha sido hasta este fin de semana pasado, por ejemplo, cuando las colas de las grandes superficies se han agrandado. Aunque el soniquete de "felices fiestas" sigue revoloteando, el ánimo no es el mismo.

Yo, en cambio, no quiero que nada ni nadie me fastidie la Navidad. Yo, que no soy detractor, pero tampoco el mayor fan. Quiero contestar a la crisis. No quiero que un problema que podría tener mejor solución (política) me fastidie a mi.

La fiebre consumista de los noventa y de esta década pueden guardar relación, pero las autoridades tienen ahora la palabra. Y no es por evitar el problema, es que tienen la responsabilidad ahora, en nuestro nombre.

Quiero sentir la Navidad más que nunca (cursi, ¿verdad?). Quiero descansar (me lo merezco) y pensar que pueden y deben venir tiempos mejores.

En resumen, que mañana es Nochebuena y pasado, Navidad. Por unos días, este blog descansa. Bueno, no, sigue aquí, porque la tecnología tiene sus ventajas. A todos: consumo sí, pero responsable. Y felices fiestas, señores/as.