Salvado de las aguas, desarbolado y a la deriva

Los participantes en la Vendee Globe, la vuelta al mundo a vela en solitario, sin escalas y sin asistencia, han vuelto a deparar sorpresas a sus seguidores. Si de los 30 inscritos que salieron el 9 de noviembre del puerto francés de Les Sables D’Olonne el pasado 5 de enero sólo continuaban en regata 14 embarcaciones, la cifra se ha vuelto reducir. En la noche del 5 al 6 de enero Jean Le Cam, que en ese momento ocupaba la tercera posición y se encontraba a 200 millas al oeste del Cabo de Hornos, comunicó a su equipo técnico que se encontraba en dificultades. En una segunda llamada dos horas después comunicó que su barco volcaba. Pasó el día de Reyes en el interior del barco volcado esperando que el dispositivo de seguridad que inmediatamente se puso en marcha le localizase.

Le Cam y Riou saludan a sus seguidores a bordo del PRB

Los dos navegantes más próximos, su amigo Vincent Riou , a bordo del PRB, que ocupaba en ese momento la cuarta posición, y Armel le Clèac’h, en quinto lugar en el Brit Air, se dirigieron al lugar del siniestro. Un petrolero que circulaba por la zona, localizado por la Armada chilena, también se acercó, pero con vientos de 25 a 30 nudos y olas de más de 5 metros poco podía hacer salvo marcar la posición.

Riou llegó el primero y consiguió contactar de viva voz con el naufrago. Y ante lo peliagudo de la situación y sin esperar a otros participantes en el rescate, se puso manos a la obra. En la noche del día 6, hora española, Le Cam salió por el portón de seguridad del barco volcado, situado en la popa de su embarcación, se agarró a uno de los timones y esperó a Vincent. El PRB dio tres pasadas sin lograr darle un cabo pero en la cuarta y a costa de romper un aparejo de una de las crucetas de cubierta que sostienen el mástil, Le Cam atrapó el cabo, se amarró el cuerpo y Vincent pudo izarle a bordo de su barco con una maquinilla.

El resultado fue que con el náufrago a bordo urgía mantener erguido el mástil afirmando como mejor se pudiese el aparejo roto. Después de una reparación de urgencia y un tanto chapucera, y de enfrentarse a una vídeo conferencia con la organización en París, difundida a través de vendeeglobe.org que tranquilizó a amigos y familiares, emprendieron ruta a Puerto Williams, un núcleo habitado que disputa con Ushuaïa el honor del ser la población estable más al sur del mundo. La intención de Riou era dejar allí a Le Cam y continuar en regata después de una reparación más consistente.

DESARBOLADOS Y A LA DERIVA

Tanto esfuerzo en un barco que ya venía dañado (en el Índico el PRB había roto y reparado uno de los tres estays de proa, y el motor que genera electricidad para los complejos equipos de comunicaciones estaba fuera de servicio) se acabó pagando. En la tarde del miércoles, hora local, el patrón bretón comunicaba a su equipo de tierra que el palo había caído, que ambos, el náufrago Le Cam y su salvador Riou, estaban sanos y salvos, desarbolados y a la deriva, y que habían solicitado un Pan Pan, la señal previa a la archiconocida y muy cinematográfica May Day, y que viene a significar  “solicito ayuda, lo siguiente es que me hundo”. En ese momento se encontraban con mar en calma relativa a 7,8 millas del faro del Cabo de Hornos. La patrullera de la Armada chilena Alacalufe se acercó para darles un remolque y dejarles descansar en lugar seguro, Puerto Williams, en las primeras horas de la mañana de hoy, hora española.

DE LAS MALVINAS A NUEVA ZELANDA

Mientras, la cabeza de la prueba, liderada por M. Desjoyeaux desde hace casi 20 días a bordo del Foncia, y a más de 100 millas tras él su infatigable perseguidor Jourdain en el Veolia, ha sobrepasado las islas Malvinas. Siguiendo estrategias diferentes, uno más próximo a la costa argentina y el otro lo más alejado posible, se han distanciado más de 200 millas para enfrentar el ascenso del Atlántico. En tercera posición sólo Armel le Clèac’h a bordo del Brit Air ha doblado también el Cabo de Hornos sigilosamente, en medio de naufragios y salvamentos.

El resto de la flota se extiende por el Pacífico con los más rezagados todavía al sur de Nueva Zelanda, a 6000 millas de los primeros. La inglesa Samantha Davies ha ganado una posición y ya está la cuarta, a 1000 millas del Cabo de Hornos y a casi 2000 del primero. Tras ella, en un penoso pero tranquilo rosario (ya que las condiciones meteorológicas se han calmado en el Pacífico Sur) el resto del los marinos que continúan en la prueba, tres franceses, un norteamericano, un austriaco y tres ingleses, navegan pensando en lo que les espera.