Os presento a la generadora de tiempo libre: la nieve

Debido a las inclemencias meteorológicas de las últimas jornadas, el viernes fueron muchos los agraciados con un puente vacacional que no aparecía en el calendario de la mesa de trabajo. Para hoy parece que vamos a disfrutar de un tiempo libre que no preveíamos, así que unas pocas ideas siempre vienen bien para ocuparlo.

No hay mal que por bien no venga.

Para los que tienen suerte, aun siendo martes y trece

Si somos aquellos, los menos, cuyo jefe mira tanto por nosotros que después de echar un vistazo a los informativos de ayer por la noche, nos comunicó que es mejor para la empresa un día completo que uno en el que parece serlo a priori pero al final no, todavía estaremos disfrutando del verano de nuestras sábanas. ¡Agraciados los días sin despertador! Como nos tendremos que levantar en algún momento de la mañana, un desayuno completo viene como anillo al dedo: café, zumo recién exprimido y unas tostadas untadas con mantequilla, o en su defecto unos crêpes con mermelada. Ya que no tenemos prisa, es conveniente degustar el menú con la radio puesta de fondo. La música nos ayudaría a engañar veladamente al cerebro, haciéndole pensar que por arte de birle birloque después de un lunes viene un domingo, tras los cuales viene un miércoles. ¡Bye, bye, martes!

Qué placenteros nos encontramos, ¡y sólo es media mañana! A partir de aquí tenemos muchísimas alternativas, casi tantas como las que nos apetezcan. Escribo casi, porque aunque damos gracias a la nieve por hacernos posible todo lo anterior, limita un poco las actividades al aire libre. Pero no nos desanimemos, pensemos algunas posibilidades: dedicar este tiempo, que nunca tenemos, para esa maqueta que empezamos hace ya mucho y que cada vez que pasamos a su lado se escucha un resoplido; en el caso de que el autobús escolar de tus hijos no haya podido funcionar hoy, disfruta esta mañana jugando con ellos y comprueba el éxito de los regalos que le hicieron los Reyes Magos; como seguramente en la mesa de noche tendrás una buena torre de libros pendientes de lectura, hoy es un buen día para ello; en resumidas y simples palabras: haz lo que te apetezca.

Para los que nos hacen ir al trabajo y al final nos mandan a casa

Lamentablemente hemos tenido que madrugar como cualquier otro día laboral, casi no nos ha dado tiempo para desayunar, y el cabreo que llevamos encima por el monumental atasco que nos hemos comido supera el normal, que ya es difícil.

Nos encontramos a la misma hora que en el caso anterior, mitad de mañana, aunque en la oficina, y después de que nuestro superior nos haya dado el día porque muchos de nuestros compañeros han avisado desde las entradas a la ciudad: "Lo siento, llevo casi dos horas sin poder avanzar más que 100 metros. Supongo que no se nota mucho mi ausencia, ¿no?". ¡Tranquilos, tranquilos! Se puede sacar mucho jugo a lo que queda de jornada.

Si tenemos la oficina en la ciudad, o aun estando en la periferia, podemos acercarnos hacia las zonas comerciales para aprovechar las rebajas. Justo en este momento muchos habrán dejado de leer este artículo porque lo de pasear un rato no lo llevan bien, pero, ¡hoy el tiempo no es problema! Aunque todavía no estemos felices, la alegría nos empezará a brotar cuando, de camino a las rebajas, vayamos viendo los coches parados en las carreteras con sus conductores con cara de desesperación. Aunque tarde, pero nosotros ya estamos disfrutando de nuestro repentino tiempo libre.

Para terminar, si no nos apetece ir a la zona comercial, siempre nos quedará dedicarle un ratillo a escribir un artículo en soitu.es. Para mí, la mejor idea.