Y aún no llegó el día...

LUNES 19 DE ENERO DE 2009

Barack Obama accede mañana a la Casa Blanca. Dos meses después de las elecciones, el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos toma posesión como presidente de Estados Unidos.

Curioso el despliegue mediático e institucional de estos días. Personalmente, no recuerdo semejante revuelo. Las ansias y esperanzas de cambio, máxime en tiempos difíciles, lo justifican, al menos en parte.

Obama ha reconocido que puede haber frustación a no muy largo plazo. Tiene ideas, pero la crisis económica es galopante y los problemas internos y externos requieren de complejas soluciones en el corto plazo. Guantánamo, por ejemplo.

Sin embargo, hay quien también alerta de que el Guantánamo de Obama puede ser el Irak de Zapatero. Es decir, el primer punto de impulso en el camino, gesto determinante que da paso a una etapa de desazón.

¿Puede Obama resolver lo que se le viene encima? Claro que puede, pero fácil no lo tiene. Hoy hemos visto que la crisis va a durar todavía más y que en España, por ejemplo, el paro subirá hasta cifras de vértigo. Y a nadie le tiembla el pulso. Como si tal cosa...

Volviendo a Obama: ¿qué hay del despliegue artístico? Todo tipo de actores o músicos respaldan al presidente electo en toda clase de actos. Véase la previa de ayer, el colmo de los colmos. No basta con el dispendio del megaevento de mañana, sino que hacemos una previa.

Todos quieren salir en la foto con el nuevo mandatario. Lo apoyan, sí, y sorprende. Nunca tantos de sus respectivos gremios habían apoyado rozando la unanimidad a un político. Como la mercadotecnia funciona, Obama tira del carro. Los artistas venden. Ahora empieza el reto.