Obama y su colgajo

Se han derramado ríos de tinta digital por la adición del nuevo amo del mundo a su apreciada Blackberry. ¿Puede el país más conectado del planeta mantener offline a su presidente?

El colgajo

La respuesta es no. Obama ha traído aires nuevos a la política americana y de paso ha metido a la administración más poderosa del orbe en el siglo XXI. En la última década las dos innovaciones más llamativas del trono americano han sido que pusieron una página web, todo un logro, y que han cambiado el Marine One, el helicóptero presidencial, por un modelo europeo en lugar de echar mano de la industria (bélica) norteamericana. Pero... ¿y que pasa con eso de lo digital en las negras manos del nuevo presidente?.

Era conocido su aprecio por el uso de los ordenadores de Apple y las populares PDA del fabricante canadiense Blackberry. Al parecer los técnicos de la NSA, la CIA, el Servicio Secreto y toda esa pléyade de oscuras agencias de nombres crípticos desaconsejaron la utilización de cualquier chisme electrónico a su nuevo jefe por la fragilidad a la hora de salvaguardar sus secretos. Se adujeron problemas legales, falta de registro y una serie de mal traídas excusas pero la realidad es que cualquier chisme que emita ondas... es susceptible de ser “oído”. ¿Le gustaría al amo del planeta leer en Internet la conversación que mantuvo ayer con Putin y que un crío con un portátil ha trincado pirateando su conexión Bluetooth? No dejaría de tener cierta gracia, pero el tema es sin duda delicado.

Al parecer los iPhone tienen más agujeros que un queso gruyere y las Blackberry no le van a la zaga y ademas toda la información que generan, desde emails hasta menajes de texto, pasan de manera ineludible por los servidores centrales de su fabricante, RIM, en Canadá... un país extranjero. Tan sencillo como poner un vaso de plástico pegado a la puerta e ir tomando nota. El futuro es ineludible y la solución ha llegado de la mano de la industria militar.

La administración americana se ha aflojado en unos 3.000 euros el bolsillo para regalarle al jefe un gadget propio de 007: una agenda-teléfono celular que contiene un sistema de encriptado de ocho capas que ha obtenido las bendiciones de los expertos en la materia. El aspecto del chisme es muy similar externamente al malogrado Palm Treo pero algo más pesado y grueso; se llama Sectera Edge. Utiliza una pantalla táctil basada en Microsoft Mobile con las funciones habituales como GPS, correo, navegador, SMS, etc. Se maneja exactamente igual que cualquier otro teléfono avanzado pero con una potencia de procesado que asustaría a Terminator.

Ahora que Obama ya tiene a mano su cacharrillo me asaltan otras preguntas. ¿que pasaría si lo perdiera como pasó al Príncipe Guillermo de Inglaterra o Naomi Campbell?, ¿Cuanto costaría esa agenda?, ¿Sería objeto de consejo de guerra gastar bromas con el teléfono del jefe de las fuerzas armadas?, ¿Estará el móvil de Fidel Castro entre sus números?, ¿Y el de Halle Berry? ¡¡Carteristas del mundo, uníos, lo lleva colgando de su cinturón!!