Man on Wire: el hombre que sobrevoló las torres gemelas

La historia de Philippe Petit, el hombre que cruzó las torres gemelas, favorita para ganar el Oscar al mejor documental.

Petit cruzando las torres germelas

Situémonos en los '60... cuando a los perroflautas se les llamaba hippies y aún suponían un movimiento contracultural... diábolos, malabares, lsd... un entorno circense ideal para que un tipo francés de buena familia (vamos, como todos los hippies y perroflautas...) descubra su verdadera vocación: hacer malabares y ejercicios de acrobacia sobre una cuerda o alambre suspendido a cierta altura del suelo.

Ahora vayamos hacia adelante en el tiempo: 1974. Once años antes JFK había sido asesinado, hacía solo un año que habían acabado las obras de las torres gemelas y, mientras el pueblo seguía mirando el cielo para ver donde acababan esos dos mastodontes, sucedía el impeachment más famoso de la historia, el único que acabó con la dimisión de un presidente de los todopoderosos USA.

En este contexto aparece nuestro protagonista: Philippe Petit. Un francés de clase acomodada y con mucho tiempo libre que decidió dedicarse al noble arte del funambulismo.

Pero él era diferente. No tenía suficiente en cruzar arenas circenses y pasarse la vida de pueblo en pueblo jugándose la vida. Él quería más, y lo descubrió cuando paseando por París vio las dos torres de Notre Dame y decidió cruzarlas suspendido de un fino alambre.

Lo consiguió.

Con eso no tuvo suficiente y después de diferentes paradas en los sitios más dispares del mundo leyó en una revista que se acababan de construir las torres más altas del mundo: las torres gemelas.

A partir de ahí su objetivo fue claro: cruzar las dos torres colgado de un alambre suspendido a 410 metros de altura burlando todas las normas de seguridad existentes

¿Lo consiguió?

Este es el principio de uno de los documentales más impactantes que he visto en mi vida, la historia de un loco que consagró su vida a una de las metas más inalcanzable para cualquier ser humano. Se jugó la vida para realizar una obra de arte en movimiento, una de los cosas más espectaculares que se pueden ver y que ya ningún otro hombre podrá repetir..

Es por la historia y por la gran narración del director británico James Marsh que este documental opta a los Óscares de este año y que yo de vosotros no me perdería para nada del mundo.

Simplemente delicioso, cautivador y completamente desquiciante.

Una obra de arte

aubia una vez...