¿Goyas de fiesta?

Los Goya son una plataforma para patrocinar, vender cine español, subvencionado y financiado por la propia TVE. La mitad de los reunidos no soporta a la otra mitad. De fiesta nada.

Carme Elias recoge el Goya 2008 a la mejor actriz.

A los Goya les ha caído mucha mierda encima, a veces con razón, pero en general han sido premios justos. Ayer ganó Camino, que partía como favorita aunque no como más nominada. Poco afectará a la taquilla del film, ya explotado en salas, pero le vendrá de maravilla en su salida a DVD. 

Y es que de eso se trata. Los Goya se venden como “la fiesta del cine español” y no lo es. La mitad de los que allí se reúnen no soporta a la otra mitad. De fiesta nada. Los Goya son una plataforma para patrocinar, vender cine español, subvencionado y financiado por la propia TVE. 

Ayer se escucharon algunos lloros del sector, tuvimos que escuchar que los que nos intercambiamos películas por Internet somos unos ladrones y tuvimos que soportar a la insufrible Presidenta de la Academia y su tedioso discursito. ¡Y esta mujer es guionista!   

Los Goya, que lograron un nada desdeñable 20,8% de cuota y 3.370.000 espectadores, han acertado repitiendo la estrategias del diferido (cortando innecesarios momentos, algunos discursos y logrando más ritmo) y han sido más elegantes y más graciosos que otros años.   

Los gags, absurdos y surrealistas, de los chicos de Muchachada dieron vida al evento, que sólo se resintió cuando la presidenta, González Sinde, apareció para dar su chapa anual. A saber: 

"Quiero invitarles hoy a no perder la fe, a confiar en el poder de nuestro trabajo, y animar a directores, guionistas, productores, actores, fotógrafos, maquilladores, vestuaristas, iluminadores, sonidistas, maquinistas, decoradores, atrecistas, regidores a que continúen creando las historias más hermosas, sin miedo, sin límites". ZZZZZZZ. 

En suma, una gala más amena de lo normal, con estrellas premiadas y cómodas como Pe o Del Toro, con un tempo marcado, con buenos gags y casi sin propaganda política. 

Que en los próximos años cunda el ejemplo.