Cuando los dobles la doblan, o casi...

Nadie los conoce. Constituyen tan sólo una especie de pequeño y olvidado batallón de castigo, digno de un libro de Sven Hassel, que se juega el pellejo en las escenas más difíciles, descargando adrenalina y escupiendo sangre de vez en cuando, mientras que las estrellas en las que se desdoblan permanecen abstraídas en su peculiar firmamento, contemplando de vez en cuando eso sí, y con cierta envidia, las agallas de aquellos peculiares mortales que arriesgan su vida para que ellas no pierdan jamás su brillo.

Jugándose el tipo

El último doble en besar el suelo ha sido el de Daniel Radcliffe, que como Javi el de Verano Azul, o Ralph Macchio, Karate Kid, siempre será conocido como el de Harry Potter. La fatalidad surgió al rodar una escena de la última entrega de la saga, Harry Potter y las reliquias de la muerte, en la que se encontraba suspendido en el aire por un arnés, y tras una explosión simulada, la onda expansiva –no sería tan simulada la explosión, digo yo- lo llevó al suelo. Fue conducido rápidamente al hospital de Watford, donde permanece ingresado, tras perder la sensibilidad en la parte inferior de su cuerpo. Según los compañeros de rodaje, Radcliffe, tras conocer la noticia, sufrió un shock terrible y un fuerte impacto, suponemos que algo menor que el de su doble.

Desgraciadamente, este tipo de accidentes más de una vez terminan con el fallecimiento del especialista. Hace poco ocurrió durante el rodaje de El Caballero Oscuro, que parece una película gafada y con cierto olor a muerte. Conway Wickliffe, un especialista neozelandés con amplia experiencia en doblajes arriesgados, se dejó la vida en una compleja escena de velocidad con el Batmóvil, con profusión de efectos de fuego y zambombazos, cuando el automóvil perdió el control en una curva y chocó contra un árbol. La leyenda negra del film se completaría con la muerte de Heath Ledger, la detención de Christian Bale por supuestos malos tratos, y el castañazo en coche de Morgan Freeman en una mala noche.

Tras la muerte de Wickliffe, su mujer acusó a los estudios y directores de cine de presionar en exceso a los especialistas para buscar siempre el más difícil todavía, pero siempre abaratando costes mediante la reducción de tiempo de preparativos y ensayos. Algo que también salió a relucir tras la muerte de Brandon Lee durante el rodaje de El Cuervo. De nuevo las prisas para economizar gastos llevaron al equipo a carecer del personal especializado en mantener el armamento utilizado en perfecto estado, y una bala real, no de fogueo, se quedó atascada en la pistola que daría matarile al hijo de Bruce Lee, incrementando la leyenda urbana y sembrando la red de conspiranoias varias.

Quizá tan sólo ha habido una serie en la historia de la televisión en la que los dobles tenían un cierto papel protagonista, gracioso, e incluso, con el paso de los años, hasta tierno me atrevería a decir. La serie, seguro que ya la han adivinado, El Equipo A. Nunca antes unos especialistas se parecieron tan poco a los actores que doblaban. A M.A lo doblaba un negro canijo al que le calzaban una calva de plástico con una cresta encima, y que por cierto no me extrañaría que incluso no fuera ni negro. Y Hannibal Smith, aquel pícaro y canoso cincuentón, pegaba unos increíbles saltos de gacela transmutado por arte de magia en un atlético muchacho recién salido del gimnasio de la esquina. Al director supongo que le importaría un bledo que se notase, igual ahí radicaba la gracia. Veremos si Bruce Willis, el nuevo Hannibal, tiene también un doble de la misma escuela.

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Aunque desde luego, la mejor manera de parecerse a la estrella, evitando al mismo tiempo que caiga sobre su conciencia posibles accidentes laborales ajenos, es la de realizar ella misma sus propias escenas de acción. No son muchos actores los que dan ese paso, pero hay uno, Jackie Chan, que tiene el cuerpo tatuado de dolorosos recuerdos. Él se dobla, y casi la dobla en muchas escenas, por lo que le reconoceremos el mérito de, si bien no ser un actor de amplios registros ni grandes interpretaciones, por lo menos no le debe a ningún doble una parte de su fama.

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