ABC de Sevilla y los conspiradores contra la democracia

Qué bueno debe ser tener un medio servil al que después recompensar cuando ya uno esté instalado en el poder. Qué bueno no tenerte que preocupar de los titulares de la prensa, porque sabes que serán amigos de antemano, más que amigos, invariablemente fieles. Alguien que haga el trabajo sucio sin que nunca tengamos que mancharnos las manos. Es el paraíso soñado por cualquier político.

Ésta y no otra es la actitud que adopta a diario el ABC de Sevilla, para el que curiosamente la trama de espionaje y corrupción descubierta en torno al Partido Popular, con imputaciones judiciales mediante, parece como si no existiera. Es lamentable que, con la está cayendo desde Madrid, en sus páginas no se refleje nada, oiga. Como si no existiera.

Sin embargo, andan enfrascados en una cruzada contra el Ayuntamiento de Sevilla por una supuesta malversación de fondos denunciada por los hombres (y mujeres, en este caso) de Zoido, que está muy ocupado y preocupado por exigir que se cumpla la agenda política del alcalde ya tiene puesta en marcha desde hace meses. Es como jugar al gato y al ratón y debe ser muy divertido, porque con la necesidad que tiene la ciudad de alternativas imaginativas y útiles que la ayuden a superar esta crisis catastrófica, Zoido no se dedica a otra cosa que a jugar a este corre que te pillo sin sentido alguno.

Estas zarandajas es lo que tiene la política local, que no se pueden montar conspiraciones judeo-masónicas a lo grande como ocurre en política nacional. Pero no se vayan a creer que no hay quien hace sus pinitos. Y si no, fíjense en la perla que se ha marcado hoy al respecto Álvaro Ybarra Pacheco, director de ABC de Sevilla. De los Ybarra de toda la vida.

“Así que ya saben lo que hacen Monteseirín/Torrijos con el dinero de sus impuestos: ayudar a los camaradas del mundo mundial para que acaben de una vez por todas con las democracias burguesas en las que nos hayamos instalados. Y a los pobres del mundo que les vayan dando”

Todo un dechado de periodismo de investigación de primera calidad. El alcalde y su colega, el rojo barbudo, se dedican a conspirar con dinero público para derribar democracias legítimas. Toma ya. Esto es conspirar y no las baratijas de los chiquichanclas de Madrid.

Una cosa es pedir transparencia en un tema tan delicado y con tanta repercusión social como la ayuda al desarrollo y otra muy distinta es ir acusando por ahí a la peña de financiar conspiraciones antidemocráticas con el dinero solidario de todos los sevillanos.

Eso sí, se acusa de malversación de dinero público, delito que está ampliamente tipificado en el Código Penal, y aquí no se ve una denuncia por ningún lado, ni un sólo un intento democrático y acorde a derecho de sentar a sus responsables ante la justicia. Como debe ser. Aquí se tira la piedra y se esconde la mano, como otras tantas veces. Y se renuncia a ese derecho fundamental de todo ciudadano, y también de todo grupo político, a exigir de su administración un comportamiento y unas prácticas adecuados a la ley. Porque parece que importa más el rédito político que la justicia y el castigo al culpable, si es que lo hay.

Aquí al parecer lo que realmente vale es que Zoido tiene que ser alcalde si o si, porque si no jamás se quedan pendientes algunas cuentas contraídas.