Venezuela, ¿país sin ley?

No es la primera vez que oímos hablar sobre la falta de seguridad jurídica que se extiende por América Latina. Y muchas otras, sobre todo en determinados medios de comunicación, de la falta de libertades democráticas y la debilidad de las instituciones que imperan en estos países.  ¿Es cierto eso de que no funcionan? ¿Acaso todos los funcionarios estatales latinoamericanos son corruptos? ¿Se trata de territorios sin ley? Luis Herrero, el eurodiputado popular y contertulio habitual de Las mañanas de la COPE, ha vivido esta situación jurídica en sus propias carnes al realizar unas declaraciones acusando de fraude al Estado venezolano, y a su presidente de dictador.

El eurodiputado Luis Herrero, expulsado de Venezuela por criticar el referéndum que permite a Chávez la reelección

Cuando saltó a los medios la noticia de la expulsión de Venezuela del eurodiputado la primera pregunta que se me vino a la cabeza es que si el señor Herrero se encontraba en Venezuela como un simple invitado o como un observador electoral. Tibisay Lucena, la presidenta del Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE), comparecía en la televisión pública argumentando  que  “Luis Herrero nunca estuvo en  la lista de acompañantes”. Es decir, que nunca estuvo invitado por el organismo electoral venezolano para vigilar el proceso. Esto quiere decir que no formaba parte de las comitivas de las diferentes instituciones de la ONU, OEA, Fundación Carter o la Unión Europea.

Según Lucena, el eurodiputado “estaba en la lista de los observadores políticos de la oposición venezolana”. Es decir, que la oposición sí había solicitado su presencia como observador esa misma tarde después de que él realizara las polémicas declaraciones ante los medios. Es por esto que acto seguido el CNE se pronunció negándole el carnet y su derecho como observador.  Estos observadores, según la ley electoral venezolana, no pueden pronunciarse en contra del organismo electoral o del proceso en sí una vez haya comenzado. Por tanto, si la oposición había pedido su credencial, Luis Herrero sí se encontraba en territorio venezolano como Observador de la oposición venezolana.

Él emitió su opinión insinuando que el propio CNE podría incurrir en algún delito al ampliar el horario, algo inaceptable para el máximo organismo electoral del país. Según Lucena, "lo mas grave es que el escándalo se hace porque esa persona vino sabiendo que no lo podía hacer, porque debe cumplir las normativas de los países donde se va a realizar un proceso electoral, igual que en sus propios países ellos tienen unos códigos electorales cuando se va a hacer una observación”. Por tanto, con sus declaraciones, Herrero no solo violaba las normas venezolanas, sino también las normas que deben cumplir los observadores invitados de acuerdo a las leyes que hay en sus propios países.   

Malos tratos y violación de la ley

Herrero relató su 'hazaña' nada más llegar a Brasil, primera escala tras su expulsión de Venezuela:"me cogieron en volandas y a empujones me metieron en un coche sin mediar palabra", dando a entender que las autoridades venezolanas le habían tratado de malas maneras. Pero la televisión pública venezolana emitía ese viernes imágenes del señor  Herrero hablando por teléfono antes de subir al avión diciendo “estoy a punto de embarcar hacia Sao Paulo”, al mismo tiempo que aseguraba que  los funcionarios de policía habían sido muy correctos.  "Han actuado con corrección y no puedo decir nada en contra de esto”, se le oyó decir. Sin embargo, Carlos Iturgaiz, eurodiputado popular que formaba parte de la delegación junto con el eurodiputado del PP, calificaba en el ABC la detención de "secuestro en toda regla".

Ahora bien, ¿qué pasaría si el eurodiputado emitiera las mismas declaraciones sobre nuestro jefe de Estado, o lo que es lo mismo, el Rey de España? Seguramente, si le llamara “dictador” porque no se somete a elecciones cada 2 años ante los medios, como es el caso de Venezuela, la Audiencia le echaría el guante por agredir a una institución del Estado. Es más, la calumnia o injuria a cualquier miembro de la Casa Real se paga con una multa de 4 a 20 meses. Es decir que en cualquier sitio, aquí o allí, el señor Herrero estaría incumpliendo la ley.

Puede ser que el eurodiputado no supiera que contravenía la ley, pero como todos sabemos, esto no le exime de su cumplimiento. Y mucho menos cuando se pronuncia frente a un derecho fundamental, como es el derecho a voto, y a un proceso electoral en un país que no es el suyo. Así que nos hemos acostumbrado a que se nos presente una Venezuela convulsa cada vez que hay una contienda electoral. Si no son las masivas protestas de ciudadanos, son las graves violaciones que comete un “régimen antidemocrático”, como se dice que es el chavista. Pero si nos paramos a pensar en las declaraciones de Luis Herrero, está podría ser una más de estas demostraciones y me parece muy casual que las haya hecho sin saber lo que se le venia encima.

¿No será que en nuestro país todavía hay sectores que creen que estos regímenes de izquierda democrática son un peligro para nuestras empresas y que no respetan la democracia? Para mi, esta es una muestra más de que se equivocan, pues las instituciones venezolanas, en este caso el CNE, sí cumplen las leyes y funcionan a tal grado que el señor Luis Herrero ha tenido que salir del país el mismo día. Pero si pensamos perversamente, criticar las instituciones democráticas de estos regímenes gratuitamente y sin pruebas también debilita las instituciones, porque en el fondo criticarlas para desestabilizarlas sale gratis en muchos de ellos.