Harto de gays malos y mentirosos

Gonzalo Serrano (COLEGA Jaén) Desde Jaén. Harto y también de heterosexuales que mienten y buscan hacernos daño. En Colega sabemos el precio que hay que pagar por ser una asociación independiente y autónoma, con nuestra propia ideología y objetivos, y por eso no vamos a dejarnos achantar por los ataques de quienes, aburridos o llenos de maldad, no tienen el ingenio necesario para ser constructivos y aportar en sociedad. A las gentes de Colega nos han llamado de todo, aunque bien es cierto que quienes pretenden atacarnos han cambiado de rostro y lenguaje. De los típicos "maricón" o "bollera" hemos pasado a injurias más elaboradas.

Cuando criticamos el régimen cubano por mantener en sus cárceles presos políticos dicen que somos "de derechas" y cuando defendemos la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos nos llaman "rojos". Nos dicen "gays fachas" cuando criticamos el "carnaval del orgullo" que monta la "otra" federación en Madrid y si repartimos condones en la universidad somos "inmorales e incitadores". Si denunciamos el terrorismo de Hamas contra Israel somos "del PP" y si no damos crédito a una supuesta víctima de homofobia judicial entonces somos cobardes con miedo a la judicatura. Mientras que algunas críticas nos producen hilaridad, otras, por su gravedad, no las dejaremos pasar.

Ya está en marcha la denuncia por injurias y calumnias a Manuel Calzado por la carta que Diario JAEN publicó el pasado miércoles. Este personaje, autoproclamado "víctima de homofobia judicial", se permitó acusar a las personas que formamos Colega Jaén de ser cobardes, dar una mala imagen del colectivo, no tener suficiente formación ni conocimientos y malgastar las subvenciones públicas.

Ante tal despropósito, desde Colega reafirmamos los principios que nos hacen ser quienes somos:

• Valor: La asociación Colega está formada únicamente por personas valientes dispuestas a ser visibles y a seguir dando la cara como lo hemos hecho hasta ahora, por mucho que esto nos haya valido insultos, amenazas y golpes al defender a otras personas y nuestra propia dignidad. Cuando este personaje nos llama cobardes no puedo más que recordar mi primer mes como presidente de Colega Jaén y los cinco puntos de sutura que tengo desde entonces en la frente, tras la pedrada que recibí de un grupo de skinheads en Estonia mientras apoyaba una manifestación local por los derechos de los gays y las lesbianas de aquel país.
• Altruismo: En Colega no sólo damos nuestro tiempo y esfuerzo, sino que en demasiadas ocasiones nos toca poner incluso nuestro dinero para que los proyectos puedan continuar, mientras que las subvenciones públicas llegan con retraso, a veces de años. Por si fuera poco, las subvenciones que recibe Colega Jaén tan sólo permiten contratar a una persona a lo largo de todo el año, nuestra psicóloga y educadora, mientras que el resto de activistas, empezando por el presidente, colaboramos desde el voluntariado, sin recibir ninguna contraprestación más que la satisfacción de luchar por aquello en lo que creemos.
• Conocimiento: En Colega hay personas con todo tipo de formaciones, universitarias y no formales, con experiencia en multitud de ámbitos profesionales, y ésta es una de las características que posibilita la seriedad del trabajo que realizamos, motivo por el que recibimos el reconocimiento de entidades públicas y privadas, así como de personas que se sienten representadas por Colega más allá de su sexualidad. Aunque en Colega reconocemos nuestros errores, nunca dejaremos de ser quienes somos, y por eso animamos a esos pocos homosexuales que critican nuestra labor a que creen su propia asociación de gays exaltados, egocéntricos, intolerantes, sectáreos y mentalmente perturbados.

Pese a quien pese, en Colega seguiremos haciendo bien nuestro trabajo, al menos
mientras que la asociación la sigamos formando personas responsables y trabajadoras,
comprometidas en la lucha a favor de los derechos humanos y el respeto a la
diversidad, independientemente de nuestra orientación sexual.