De ida y vuelta

El partido de anoche generó una expectación inusitada. Durante y después. Las miradas estaban puestas sobre el aspirante a títulos... y el barrido fue de órdago. Chorreo, humillación... se ha escuchado y leído casi de todo tras la derrota clamorosa del Real Madrid en Liverpool.

Dudo que el Madrid tenga opciones, por ejemplo, de llegar a ganar la Liga. La española, claro. Lo dudo desde hace tiempo, pero sólo es mi opinión. Puedo equivocarme. Pero creo que sólo tienen esa creencia cuatro fanáticos que no ven más allá de su nariz.

Esos mismos que ayer la emprendieron contra Manolo Lama, que no lo habrá más madridista. Pues apuntaron contra él, mira tú por donde. Demostrando poca tolerancia... y poco acierto, permítanme.

Hay quien aún cree, pese a lo de ayer, en las posibilidades ligueras. Sin embargo, discrepo con algunos titulares de la prensa de hoy, que dicen que se abren las puertas a un ¿nuevo Madrid?

Mientras el entrenador siga siendo ese hombre de cara de entierro, y pese a que el vestuario ya no es tan juerguista como antaño, lo veo muy difícil. Hay demasiados condicionantes en contra... y un Barça en estado de gracia. En casi todos los sentidos.

El día es muy extraño. Dos tiroteos que suman 26 personas en Alemania y Estados Unidos, el PSOE aprovecha el 11-M para dar plantón al PP en un acto institucional en recuerdo de los fallecidos en los atentados (¿no hay otra oportunidad para criticar a Aguirre y no el 11-M?).

El mismo PP que hoy cerró con puerta falsa la comisión de investigación sobre espionajes en Madrid. En fin, así está el miércoles...