“La Fiesta de la Cerveza Fuerte”, una buena opción de diversión en Múnich

Una visita a la mundialmente conocida “Starkbierfest” (Fiesta de la Cerveza Fuerte) en el Paulaner am Nockherberg, sede de la cervecería Paulaner.

“Entre el arte y la cerveza, Múnich es como un pueblo acampado entre colinas” escribió Heinrich Heine hace más de 150 años. En esta bella ciudad llama la atención la cantidad de eventos de los que uno puede disfrutar continuamente. Lleno de contrastes, donde el arte y la cerveza siempre se celebran de algún modo, en Múnich uno no puede aburrirse si realmente se informa un poco.

Una de las cosas que conviene saber, si uno vive o visita la capital baviera, es que de febrero a abril se celebra la “Temporada de la Cerveza Fuerte”. Las cervezas fuertes se sirven tradicionalmente durante la Cuaresma. La tradición “cura por salud y fuente de agua” comenzó con los monjes que, hace siglos, elaboraban una cerveza especialmente “nutritiva” durante la Cuaresma para fortalecer el cuerpo debilitado por el ayuno.

El pasado sábado amaneció soleado, prometedor. Pero a medida que el día fue avanzando el tiempo se tornó gris y comenzó a llover. Una buena opción, ante esa perspectiva, era acudir a la “Starkbierfest” (Fiesta de la Cerveza Fuerte), evento conocido en todo el mundo que se produce anualmente en el mes de marzo (este año del 13 al 29) y dura aproximadamente dos semanas (unos 17 días). Dicha celebración tiene lugar en el Paulaner am Nockherberg, un Biergarten situado a orillas del Isar, en pleno corazón de Múnich, perteneciente a la cervecería Paulaner.

El ambiente, totalmente festivo, se asemeja mucho al del “Oktoberfest” (la mayor Fiesta de la Cerveza del mundo). En la entrada se debe pagar (unos 9 euros) para poder acceder al recinto y con el ticket se cuenta con una consumición que puede consistir en un litro de: cerveza “Salvator” (una cerveza fuerte de Paulaner), “Helles Bier” (una cerveza floja), Ratler (cerveza con limón), bebida sin alcohol, Spezi o Apfelschorle.

Una vez dentro de la sala principal, uno se siente trasportado a una de las carpas de venta de cerveza del “Oktoberfest”, donde una banda toca música tradicional, la mayoría de la gente viste los tradicionales trajes típicos bávaros y la cerveza corre a raudales. A parte, carta para comer, bandejas llenas de bebidas y gente cantando y bailando tanto sentados como sobre las mesas.

Los fumadores, eso sí, no pueden fumar dentro. Así que, aún lloviendo, fuera se agrupa la gente, bebiendo y fumando.

La experiencia de pasar por la “Starkbierfest” es totalmente imprescindible para los que estén o visiten Múnich en el mes de marzo. Lamentablemente este año ya ha terminado, pues el domingo era el último día. Sin embargo, convien estar al tanto el año que viene y no perderse esta posibilidad de inmiscuirse un poco en la cultura de Múnich.