La Obra Social de los bancos, un grifo al gusto del banquero

Cuando más le hace falta a los ciudadanos que los bancos arrimen el hombro para salir de la crisis, menos apoyan. Ya es de juzgado de guardia que no den créditos ni ayudas después de haber recibido miles de millones de euros para airear lo podrido; pero lo que hacen con la obra social es todavía peor. Cuando interesa abren el grifo, para atraer clientes y hacer anuncios muy celestiales colgándose la etiqueta de solidarios —menuda paradoja, solidario un banco—; y cuando las previsiones auguran que los beneficios no serán tan altos como esperaban, cierran el grifo.

Es una vergüenza lo del sistema bancario español. No sólo roban a diario a miles de españoles, suben las comisiones o impiden la resolución de hipotecas a favor de los usuarios, sino que ahora utilizan la obra social a su antojo.

Por solo poner un ejemplo, La Caixa emprendió desde hace años una campaña a favor de la infancia, denominada Caixa Proinfancia; que consistía en 100 euros mensuales de ayuda a los padres de hijos menores de tres años que asegurasen, mediante una ingente documentación, que su situación está muy cercana a la desesperación.

Desde hace unos meses, ha eliminado la ayuda por la previsión de recesión, y porque sus beneficios no van a ser tan altos como preveían. Hay que tener en cuenta que un banco nunca pierde dinero, sólo que sus previsiones de beneficios no van a ser tan altas. Es decir que en vez de ganar un 20,8 más que el año anterior, sumarán sólo un 20,5. Y esta es la política bancaria de nuestro país.

Cuando más hacen falta, cogen el dinero y corren, como los ladrones más aventajados de la clase. Y se podrían poner muchos más ejemplos con Unicaja, CajaMadrid, BBVA, Santander, etc... Ya no se escucha tanto en los medios que tal o cual entidad bancaria invierte parte de sus beneficios en ayudar a los demás, o que la caja de tal provincia invierte en las mejoras del barrio y de las iniciativas culturales y deportivas.

Si ya de por sí, la acción asistencialista que venían promoviendo es denunciable, ya que no resuelve los problemas sino que unicamente pone parches y los agrava; la situación actual es deplorable.

Miles de personas se quedaron a cuadros cuando les notificaron que los 100 euros mensuales se iban a eliminar; al igual que los ancianos que vieron cerrados sus centros de día en Málaga o que las mejoras en instalaciones deportivas de varios barrios de la ciudad costasoleña quedarían pospuestas.

Y es que como hacen los políticos —al fin y al cabo políticos y banqueros siempre han ido de la mano—, los banqueros seguirán siendo seres superiores que no conozcan ni un ápice el día a día de los ciudadanos de a pie.