Adiós al maestro J.G. Ballard

Acaba de dejarnos uno de los mejores escritores británicos que ha dado el siglo XX. James Graham Ballard fallecía hoy tras una larga enfermedad. La suya era una muerte esperada, pero no por ello menos dolorosa.

J.G. Ballard, mente preclara y autor indispensable

Nacido en Shanghai en 1930, pasó parte de su infancia en un campo de concentración japonés. Todos esos recuerdos los plasmaría en 1984 en su novela “El imperio del sol”, la que probablemente sea su obra más personal y autobiográfica.

Sin embargo, por lo que se caracterizó su creación literaria, es por la visión alucinada, apocalíptica y delirante que daba del mundo. Con los años, aquello que se consideraba ciencia-ficción, ha dejado de serlo tanto, y muchas de sus obras se han revelado como profecías. El propio autor afirmaba, de hecho, que sus libros no eran ciencia ficción, sino “un retrato de la psicología del futuro”. Algo que, dicho sea de paso, queda más que patente en novelas como “Cocaine nights” o la brillante “Hello America”, en la que describe un mundo post-nuclear que ha agotado sus recursos naturales y que ha llegado al colapso económico.

Aunque sin duda, su obra más controvertida es “Crash” (1973), en la que sus personajes se excitaban sexualmente en accidentes de coches. Llevada al cine por David Cronenberg, la película puso en el punto de mira al escritor, al que muchos acusaban de ir “más allá de la depravación” y de incitar a la gente a imitar a los protagonistas. El propio autor no entendía estas pueriles acusaciones, y en una entrevista para Spike Magazine declaraba lo absurdo de la polémica, asegurando que “nadie se iba a tomar la película literalmente”. Lamentaba, sobre todo, el doble rasero que se aplicó con “Crash” en comparación con cintas mucho más violentas rodadas en EE. UU.

Bailar sobre su escritura

Pero para los amantes de la música, “Crash” es (y será) mucho más que una simple adaptación cinematográfica de Cronenberg. Tras leer la obra de Ballard, un jovencísimo Daniel Miller se decidía a grabar una canción inspirada en el libro. Como no tenía quien publicara el single “Warm leatherette”, Miller decidió crear su propio sello discográfico: Mute Records: el single de The Normal, nombre con el que editó Miller su canción, es la primera referencia de un sello que acoge nada menos que a Nick Cave, Throbbing Gristle, Depeche Mode, Einsturzende Neubauten o Liars.

Con Ballard se ha ido una de las mentes más lúcidas y visionarias que ha dado el siglo XX: supo anticiparse a la caída del sueño americano y a la importancia de las nuevas tecnologías, (”la ciencia y la tecnología se han multiplicado a nuestro alrededor”, decía, “tanto que dictan la forma en que escribimos y hablamos”). Intuyó incluso a los “hikikimori” (”con los ordenadores, será más fácil aislarse de la realidad”).

Pero, ante todo,  hemos perdido a uno de los mejores escritores británicos de los últimos tiempos. Afortunadamente, siempre nos quedarán sus libros.

“En un mundo completamente sano, la locura es la única forma de libertad”. J. G. Ballard