Surfeando en la ciudad

Aunque no haya playa, en la capital bávara uno puede ser testigo de un espectáculo único en Europa. ¿Quién dijo que en Múnich no se puede hacer surf?

Múnich nunca deja de sorprenderte. Si vives o visitas la ciudad te enamora con sus tradiciones, su arquitectura, su paisaje y sus museos. El amante del arte puede disfrutar de una gran oferta cultural. El paseante no se aburrirá nunca, pues cada rincón es bello. El deportista que lo desea recorre la ciudad en bicicleta. Esta es una metrópoli que a nadie deja indiferente. Pero pocos pueden imaginar que, aparte de todo ello, en Múnich uno puede ser testigo también de algo único e inimaginable, el surf en el río Eisbach o en el Floßlände.

Los surfistas de Múnich cogen cada día “la ola perfecta” en el centro, bajo uno de los puentes que cruza el río Eisbach (“Río de Hielo”). Dicho río es artificial y atraviesa el “Jardín Inglés” (“Englischer Garten”). Nadar en él no está permitido y, por supuesto, surfear mucho menos. Sin embargo, las autoridades no hacen cumplir la ley de momento, aunque se dice que en el pasado intentaron demoler el puente para acabar con esta actividad que, si bien es espectacular, entraña un gran riesgo y peligro para quienes la practican.

Justo pasada la “Haus der Kunst” (literalmente “Casa del Arte”), situada en la calle Prinzregentenstrasse, aparece un pequeño puente que, generalmente, está lleno de gente mirando hacia abajo. ¿Qué estarán mirando?, te preguntas si nunca antes habías estado allí. Al asomarte ves como una ola se forma de manera natural cuando el agua choca contra las rocas del río. Los surfistas acuden allí durante todo el año, normalmente con un traje de neopreno pues el agua, sea invierno o verano, está muy fría. Así, se van turnando para surfear hasta que pierden el equilibrio y caen al agua, dando paso al siguiente.

Normalmente no ocurren accidentes, pero esta práctica no deja de ser un tanto peligrosa. El agua adquiere bastante velocidad al salir del puente y la roca se encuentra a solo 40 centímetros bajo la superficie. Además, los surfistas han incrementado la ola colocando cuerdas atadas al puente, para que así sea mayor. Hay carteles de advertencia colocados en el puente en los que puede leerse “Prohibido surfear y bañarse”. Sin embargo no surten efecto alguno pues los surfistas no cesan su actividad.

Esta práctica sobre el río Eisbach se ha convertido en una auténtica tradición. Da igual la época del año, si llueva o, incluso, si nieva. Los surfistas de Múnich no temen al frío, la diversión es superior. Es chocante verles allí cuando los viandantes van totalmente abrigados por las bajas temperaturas, cuando cae la lluvia a raudales e, inclusive, cuando los copos de nieve lo cubren todo.

Para los que puedan tener curiosidad sobre esta práctica tan peculiar, también existe otra ola, en el “Floßlände”, otra parte del río Isar. Esta es mejor para los principiantes y en ella pueden surfear varias personas a la vez, pues es más ancha. Desde el año 1972, anualmente se celebra una gran competición en este lugar y a dicho evento acuden surfistas de todo el mundo.

A continuación dejo dos enlaces para quien tenga curiosidad y no pueda acudir personalmente a ser testigo de que sin mar, y en medio del asfalto, también se puede hacer surf.

• Surfeando en el Eisbach:

http://www.youtube.com/watch?v=sZ97w1wx8rw

• El Munich Surf Open 2007- Floßlände:

http://www.youtube.com/watch?v=glWHE3eGfAw