El talento de Banderas.

A mí Banderas me cae bien. Muy bien a veces, incluso. Me hacen gracia su desparpajo, su persona, el acento andaluz que no me creo, la misma intensidad que le pone a un anuncio de colonias que a un personaje de mariachi, y los mofletes que se le forman cuando sonríe. De verdad que me gusta, me parece entrañable. No es ironía.

Me cae bien aunque no sea Marlon Brando (tampoco es Steven Seagal) y no entendamos ni sintamos nuestra procedencia de igual manera pese a haber nacido en el mismo sitio. No me identifico con él, al igual que no me identifico con muchos otros paisanos, pero me cae bien, al igual que muchos otros me caen mal. Me cae bien aunque él sea más malaguita que malagueño, siendo el malaguita el que habla siempre que puede de Málaga, aunque no toque, y el malagueño aquél que sólo la nombra cuando viene al caso. Me cae bien como me caen bien Matt Damon, George Clooney, toda la patulea de una película de los Ocean, Morgan Freeman, Clint Eastwood, o toda la patulea de una película de los Ocean con Morgan Freeman y Clint Eastwood en el reparto. Me cae bien aunque no me guste la Semana Santa y a él sí, la Feria y a él sí, el Festival de Cine de Málaga y a él sí, Marbella y a él sí, las multitudes y a él sí. Me cae bien, sobre todo, porque tiene mucho mérito llegar desde la Malagueta a Hollywood y allí pagarse la casa, hacer un montón de peliculitas, llenar un teatro en Broadway y casarse con Melanie Griffith. Y además ser el primero y abrir camino. Chapó, Banderas.

En cambio, que ahora justifique el talento cinematográfico de este país con los nombres de Bardem, Penélope Cruz y Pedro Almodóvar, es que venga a hablarnos de los beneficios del ayuno el que acaba de salir de un restaurante de cinco tenedores. Cierto que los primeros son actores excelentes y el manchego, pese a la última, un maestro. Y aunque no sostengan toda una cinematografía, sí, son exponentes indiscutibles porque hacen películas en su país y en su idioma, con sus aciertos y sus quiebros, con sus glorias y sus piedras, mejores y peores, pero en España y en español cada cierto tiempo. Porque si sobra talento, no entiendo por qué Banderas, con lo bien que me cae, salvo alguna cosita suelta, y no como actor, hace casi veinte años que no rueda aquí.